El club de Pablo Larraín
El universo, cerrado y propio, que retrata Pablo Larraín en El club bien podría corresponder a una película fantástica. La atmósfera acompaña. Los hechos que se relatan apuntan hacia otro lado, hacia lo social: el asesinato en una comunidad de curas que la iglesia escondió en un pueblo remoto para evitar que los abusos que cometieron salgan a la luz. Como siempre en el cine de Larraín, existe un discurso político –entorno a la impunidad– elaborado desde lo estético, desde una iluminación tenue que construye un mundo violento y terriblemente claustrofóbico. (Violeta Kovacsics)