La manera de empezar una película es muy importante a la hora de enganchar al público, y de darle ganas de seguir viendo en qué acabará todo. Este comienzo no ha de reducirse a una escena de apertura potente, sino también a una primera frase sorprendente que introduzca desde ese momento el tono del filme, o anuncie de algún modo los derroteros por los que irá la trama.
Ya sea dicha por un narrador, por el protagonista, o por un personaje anecdótico, la línea de inicio de un guión pasa por ser uno de los momentos decisivos de cualquier filme con ambición de ser recordado. A lo largo de la historia del cine, varios clásicos se han preocupado por cumplir esta condición, y nos han dejado varias frases para la posteridad. Por ello, en SensaCine hemos querido hacer una lista con algunas de las mejores de la historia del celuloide, y para conocerlas sólo tienes que seguir leyendo.
20. "Hola, me llamo Forrest, Forrest Gump. ¿Quiere un bombón?" (Forrest Gump, 1994)
El entrañable personaje intepretado por Tom Hanks increpaba de ese modo a las personas que se sentaban con él a esperar el autobús, para acto seguido contarles parte de su historia. La mayoría de ellas no le creía, o directamente no le hacía mucho caso, pero la frase no dejaba de ser una estupenda carta de presentación, dados su inocencia y encanto, para el protagonista del multipremiado filme de Robert Zemeckis.
19. "Los pecados no se redimen en la iglesia. Se redimen en las calles, se redimen en casa. Lo demás son chorradas y tú lo sabes" (Malas calles, 1973)
Para su filme más personal, Martin Scorsese recurrió a sus recuerdos de juventud, y dio forma a una película en la que su álter ego, Charlie (Harvey Keitel), no deja de debatirse entre su catolicismo militante y una vida abocada al crimen. Como en muchos otros trabajos de este director, la voz en off del protagonista es omnipresente, y antes incluso de los créditos lanza una de sus grandes reflexiones, tan contundente y áspera como el resto del filme.