El método principal de reencontrarse con personajes conocidos, o descubrir qué ha sido de ellos posteriormente al desenlace del film de turno, siempre suele ser mediante secuelas o sagas que se prolongan en el tiempo. Sin embargo, existen otras formas más creativas que sólo necesitan de la complicidad entre actores y realizadores, y una de ellas consiste en establecer un pequeño nexo de unión en películas que, de primeras, no tendrían nada que ver.
Ya antes de la avalancha de Universos Cinematográficos que vivimos hoy día, varias películas se atrevieron a hacer referencia metacinematográficamente a obras anteriores, e incluso éstas llegaron a formar parte de su narrativa, con el aspecto de secuelas inesperadas. Hoy, en SensaCine, te damos hasta 10 ejemplos de esta peculiar práctica.
En la década de los noventa, la alianza de los autores independientes con Miramax dio lugar a películas tan recordadas como Reservoir Dogs, Clerks o la saga de Scream, pero también ocurrencias tan felices como ésta, que vincula a Kevin Smith con Wes Craven. Sucede en Scream 3, y consiste en la aparición de Jay (Jason Mewes) y Bob el Silencioso (el propio Smith) en el 'set' donde se rueda Puñalada 3. Sí, todo es muy meta.
Estos dos personajes suelen hacer pequeñas apariciones en la mayor parte de las películas de Smith -Clerks fue su tarjeta de presentación-, y llegado el momento incluso llegaron a tener una película propia. Lo más gracioso de todo es que Jay y Bob el Silencioso contraatacan encontraba una de sus mejores escenas en una persecución... que tenía lugar durante el rodaje de una ficticia Scream 4. ¿A vosotras también os duele la cabeza?