Directores, productoras y empresarios explican el 'boom' de la producción audiovisual internacional en España, el país más atractivo y competitivo de Europa para ser la meca del cine a este lado del Atlántico. Pero también nos cuentan qué le falta.

"España está de moda en el audiovisual porque sabemos hacer las cosas. Pero tenemos que cuidarlo". Así explica Amaya Muruzábal, responsable de desarrollo de la productora mexicana Dopamine, por qué acaban de instalarse en España. Al igual que ellos, decenas de empresas internacionales audiovisuales internacionales han recalado en España en los últimos dos años para establecer su centro de producción en Europa, y están apostando por producir en España sus grandes apuestas internacionales: Netflix, Amazon Prime, HBO, Viacom International Studios y las propias plataformas españolas, como Filmin, que están creciendo también a nivel internacional. Pero va más allá de una moda y el audiovisual español es un sector pujante mientras el mundo se desmorona alrededor.

Al interés de las grandes multinacionales audiovisuales se suma que el Gobierno español ha presentado su proyecto Spanish Hub, en el que invertirá 1.600 millones de euros procedentes de Europa para promover, modernizar e internacionalizar las producciones audiovisuales españolas. ¿Puede ser España el Hollywood de Europa? "No hay duda, si los grandes se han instalado aquí frente a otros países con mano de obra más barata es porque tienen estudiadísimo que es el lugar", explica la Jefa de producción para España de una de estas grandes plataformas, que prefiere mantener el anonimato. Te contamos de la mano de productores y directores qué tiene España para convertirse en el Hollywood europeo.

1. Localizaciones: 8.000 km de costa, castillos, montañas, bosques y playa

En España se encuentra prácticamente cualquier paisaje posible, o cualquier mundo imaginado, a muy pocas horas de distancia y bien comunicado por carretera, tren o avión. "Es un país muy diverso, en muy poco espacio tienes playa, montaña, desiertos, ríos, 2.500 castillos reales y bien conservados", explica la responsable de producción de una gran plataforma. "Por ejemplo si te ubicas en Barcelona tienes playa, ciudad, bosque a muy poco, el Pirineo muy cerca, ciudadades ubanitas, medievales y romanas, todas al lado y bien comunicadas. Y eso es un ahorro en los costes de producción enorme", cuenta el director de Bajocero LLuis Quílez cuya película, inicialmente pensada para estrenar en cines en España, la han visto más de 46 millones de personas en el mundo, según datos de Netflix.

2. 300 días de sol al año y 9 meses de nieve

"No es casual que Hollywood se estableciera en Los Ángeles, una de las ciudades con el clima más amable de EEUU. Y eso España también puede ofrecerlo", explica Quílez. Precisamente ese es uno de los reclamos que utliza la Spain Film Commission: 300 días de sol al año y 9 meses de montañas nevadas. Además, hay días más largos que en otras zonas de Europa "permite aprovechar cada día de rodaje al máximo y rentabilizarlo, sobre todo en verano", explica la responsable de producción de la plataforma internacional.

3. Infraestructuras y comunicaciones

La red de comunicaciones, carreteras, y comunicaciones permite una logística muy eficaz. También las infraestructuras turísticas, que haya hoteles por todo el país, es otra de las claves. "Tenemos autopistas, trenes de alta velocidad para atravesar el país en tres horas, y eso es muy rentable", explica el director de Bajocero.

Amaya Muruzábal, que ha sido la responsable de desarrollo de grandes series como Hernán, coincide con él: "Es fácil mover materiales y personas, y la existencia de buenos estudios a distancias razonables es fundamental porque una logística sencilla supone mucho dinero ahorrado en una producción grande", apunta.

4. Incentivos fiscales

Los incentivos fiscales son otro de los argumentos clave para este aumento del interés.

El año pasado se aumentaron del 25 al 30% las deducciones posibles, y en algunas Comunidades Autónomas como Navarra suben al 35% o en Canarias, al 50%. "España está empezando a ser competitiva en este aspecto, aunque otros países europeos están también ofreciendo ventajas muy fuertes", dice Amaya Muruzábal.

"El que se hayan aumentado las ventajas en el último año se está notando", explican desde una de las plataformas internacionales. "Puede ser determinante para elegir el país de rodaje, en mi primera película internacional, hecha con producción estadounidense, grabamos en Colombia precisamente por sus ventajas fiscales", añade Quílez.

5. Seguridad y sanidad

"Que España sea un país seguro, con una sanidad envidiable también es clave para atraer a las producciones aquí", explican desde la plataforma. El director Lluis Quílez recuerda que ese era uno de los problemas que debían gestionar cuando grabaron en Colombia. "En Colombia había actores que no querían ir a rodar por seguridad", e incluso en otros países los rodajes deben enfrentarse al pago de mordidas, por lo que España es una garantía en este aspecto. "Y además a las estrellas les encanta España para rodar, el modo de vida, los servicios, y la oferta cultural", apunta Muruzábal.

6. Los mejores equipos técnicos en relación calidad-precio

"El ratio calidad-precio de los técnicos españoles - un director de arte, de foto, figurinistas- es excelente. Somos mucho más baratos que los ingleses y los franceses y con un nivel de calidad similar. Es posible encontrar países más baratos en Europa pero no cuentan con tanta cualificación", explica el director LLuis Quílez. Por eso es habitual que las grandes producciones internacionales contraten a jefes de equipo españoles.

"Hay productoras en España con mucha experiencia, proveedores de primer nivel, y equipos técnicos muy cualificados y con experiencia", explican de la jefa de producción de una plataforma internacional.

Para la responsable de desarrollo de Dopamine ese saber hacer es uno de los aspectos clave. "Es fundamental la calidad de trabajo y expertise que brindan los equipos españoles, añade Muruzábal.

7. La marca España está de moda en el audiovisual

A todo ello la responsable de Dopamine añade un aspecto más. "Hay algo clave que influye en la atracción que tiene ahora España y hay que tenerlo en cuenta porque es muy importante: la narrativa española está de moda y la marca España en series y en audiovisual empieza a ser muy importante. Pero hay que cuidarlo muy bien porque este aspecto del mismo modo que viene se va", señala Muruzábal.

También se refiere a ello Quílez. "Ha habido varios bombazos internacionales de producciones españolas como El Hoyo, Bajocero,La Casa de Papel... Que han conectado a nivel mundial y eso ha puesto el foco en nosotros porque ha demostrado que podemos crear productos desde aquí que conecten con el público mundial y sean universales, sin renunciar a lo local".

8. ¿Y qué nos falta aún?

Con todos estos ingredientes cubiertos España podría convertirse en un perfecto plató subsidario de las grandes productoras extranjeras.

Sin embargo, el economista José Moisés Martín Carretero, cree que eso es precisamente lo que pretende evitar el Spanish Hub Audiovisual presentado por el Gobierno.

"El siguiente paso tiene que ser a la internacionalización y al desarrollo de la industria española, en lugar de que sea subsidiaria de la internacional, ser la última parte de la cadena y que el gran beneficio se lo lleve Netflix. El plan busca que ese dinero se quede en España y se atraigan inversiones internacionales a la cadena audiovisual, para crear un tejido industrial y también de distribución", aclara el economista.

El director LLuis Quílez coincide con el diagnóstico. "En EEUU la industria es el tercer sector económico en su país y nos llevan mucha ventaje porque son exprtadores a nivel mundial y llevan muchos años desarrollando este sector, que tiene muchísimo más prestigio que en España. Casi es un milagro que salgan producciones internacionales desde España con lo poco que se invierte proporcionalmente en este sector. Allí cuando alguien se plantea dedicarse al cine, es una opción próspera, aquí te miran como si estuvieras loco porque es una aventura incierta, y eso debería cambiar y para ello necesitamos ahora que los inversores perciban el cine como un sector lucrativo", explica el director.

Otros dos aspectos en los que nos sacan ventaja para Quílez es el idioma, y los actores secundarios. "Tiene que ver con el volumen también del mercado, allí hay muchísimos actores porque es un negocio próspero y uno puede apostar por formarse, crecer profesionalmente y dedicarse a ello, aquí en España es difícil sobrevivir como actor secundario, la mayoría acaba trabajando de otras cosas para salir adelante y eso tiene que cambiar", concluye.