La tercera temporada de The Witcher aún no tiene fecha de estreno en 2023, pero, con el rodaje de los nuevos episodios ya finalizado desde septiembre, existen pocas dudas respecto a que el regreso de la serie adaptación de la saga literaria de Andrzej Sapkowski será uno de los grandes estrenos de Netflix este año.
El estreno de la nueva entrega de The Witcher estará profundamente marcado por una realidad que atormenta a muchos de sus seguidores: que será la última vez en la que vean a Henry Cavill en el papel de Geralt de Rivia tras el anuncio de su marcha y su ya confirmada sustitución por otro actor. A partir de la cuarta temporada, será Liam Hemsworth quien interprete el papel del brujo titular.
Quienes también regresan en la tercera temporada y cuya presencia parece también estar asegurada en el futuro de la serie aún con la marcha de Cavill es la de Anya Chalotra y Freya Allan, entre otros, las encargadas de interpretar a Yennefer y Ciri respectivamente. Y aún no hemos visto imágenes de la nueva entrega, pero, probablemente, en esta nueva etapa, el cambio físico de la poderosa princesa de Cintra no será tan notable como lo fue entre la primera y la segunda temporada.
Si echamos la vista atrás, recordarás que el cambio de la actriz fue muy comentado en su día, concretamente con el lanzamiento del tráiler, que hizo que algunos fans llegasen a dudar si la serie liderada por Lauren Schmidt Hissrich había fichado una nueva intérprete para encarnar al personaje. No hubiera sido la primera vez que ocurriese algo así en una serie, pero en esta ocasión no fue así. Sencillamente Freya Allan, la actriz que encarnaba al personaje, había crecido considerablemente.
El cambio experimentado por Freya Allan entre la primera y la segunda temporada de The Witcher fue notable y, como tal, la Ciri que podía verse en el avance tenía un aspecto bastante diferente. La primera entrega de la ficción de Netflix comenzó a rodarse cuando la joven intérprete acababa de cumplir 17 años, mientras que los retrasos de la producción de la segunda condujeron a que la intérprete casi hubiera cumplido los 20 cuando terminó de grabar. La transición entre una adolescente y una joven madura ya casi en la veintena se hizo hecho notar.
Aunque era uno de los estrenos más esperados ya desde que su primera entrega cautivase por completo a finales de 2019, The Witcher no lo tuvo fácil por diversas causas. En primer lugar, como tantas producciones, por la paralización de la industria a consecuencia de la crisis de la Covid-19, pero también por un accidente de Henry Cavill, que retrasó aún más el rodaje. Así, el trabajo en el set no pudo finalizar hasta más de un año después de haber comenzado.