En las últimas semanas, Netflix ha cancelado 1899, La monja guerrera y Ultrasecretos, tres series -entre muchas otras- con una buena legión de fans que no han tardado en mostrar su descontento. La decisión de acabar con ellas ha sorprendido mucho a los suscriptores de la plataforma de 'streaming', la cual siempre ha destacado por acoger proyectos cancelados en otras cadenas que, sin embargo, contaban con gran apoyo del público. Ellos mismos fueron los que decidieron salvar Lucifer y la alargaron dos temporadas más.
Esa seguridad que parecía ofrecer Netflix ha ido desapareciendo con los años y, en mitad de la racha de cancelaciones, un antiguo 'tweet' publicado en 2017 ha vuelto a relucir y se ha vuelto en su contra. Para entenderlo, hace falta dar un poco de marcha atrás.
Es una de las mejores series de la historia de Netflix, pero fue cancelada sin anestesia y nunca podremos ver su finalEn 2017, Netflix anunció la cancelación de Sense8 tras dos temporadas, dejando la ficción sin acabar y con un cabreo monumental entre los seguidores. La campaña #UnitedForSense8 y #WeAreTheGlobalCluster que surgió en redes surtió efecto y el servicio produjo un especial de dos horas y media para darle un buen final. El cual, por cierto, fue recibido con muy buenas críticas y varias nominaciones a premios.
En medio del fenómeno, Netflix dejo un mensaje remarcable: "No nos gusta dejar una historia sin acabar. Hemos aprendido mucho de Sense y vamos a intentar no hacer esto en el futuro".
La compañía no esperaba que cinco años después esta declaración de intenciones provocara un interminable hilo de Twitter donde los usuarios se quejaban de todas las series que Netflix ha dejado sin acabar. Algunos de los títulos que han salido a relucir son The OA, Esta mierda me supera, La primera muerte o Julie and the Phantoms. Todas ellas canceladas sin tener la oportunidad de cerrar la historia.
"Yo leyendo la lista de las historias que Netflix ha dejado sin acabar después de prometer que no dejaría más historias sin acabar nunca más", bromea otro usuario.
Durante este tiempo, o bien ninguna legión de fans ha tenido tanto poder como la que tuvo la de Sense8 en su día o Netflix ha cambiado su política y ha decidido ceñirse a los números antes que hacer caso a la pasión de los suscriptores.