Hay una parte de la sociedad adulta actual que quizá nunca ha escuchado hablar del Caso Arny, pero, si tienes la edad suficiente como para recordar algunas de las cosas que ocurrían en los 90 con nitidez difícilmente habrás olvidado aquel polémico, sonado y mediático caso judicial contra un pub sevillano, el Arny, acusado de promover la prostitución de menores. El objeto del delito del que se acusaba, primero a los responsables del local y copas e inmediatamente después al casi medio centenar de imputados que se vieron involucrados como presuntos perpetradores del abuso de menores, era lo suficientemente grave como para poner en marcha la maquinaria judicial y todas las herramientas posibles para la protección de los menores, pero el caso acabaría derivando también en una vergonzosa caza de brujas contra un grupo de hombres que fueron víctimas de un montaje que quería condenarlos por su homosexualidad.
Es el resumen de lo que nos cuenta la interesante y necesaria serie documental de HBO Max Arny, historia de una infamia que recientemente se estrenaba en la plataforma de 'streaming'. Una docuserie de tres episodios que podrás ver en apenas 3 horas y que resume a la perfección aquel infame suceso de los 90 que no duda en subrayar algunas de las vergüenzas de nuestro pasado como sociedad y que, de algún modo, trata de hacer justicia con aquellas personas que llegaron a ser juzgadas por unos terribles delitos que no habían cometido por el simple hecho de ser abiertamente homosexuales.
Los juzgó la sociedad y los juzgó la justicia, causando un daño irreparable en sus vidas. Y quizá esa sea una de las razones por las que merece la pena ver Arny, historia de una infamia en HBO Max. Porque aquellos cientos, quizá miles, de titulares en primera página que se publicaron durante casi dos años pesaron mucho más que la absolución final de los falsos acusados y porque, a día de hoy, todavía hay quien relaciona sus nombres con el abuso de menores. Cual teoría de la conspiración infinita.
Entre los acusados falsamente las figuras más conocidas fueron el popular presentador Jesús Vázquez, que aún se rompe al recordarlo y cuyo testimonio a cámara en la serie documental es la mejor prueba del daño irreparable personal y profesional del que fueron víctimas; el humorista de Los Morancos Jorge Cadaval; el músico Javier Gurruchaga; y el juez de Menores de Sevilla Manuel Rico Lara.
A través de los testimonios de algunos de los implicados, sus familiares, numerosos periodistas, personalidades de la justicia que formaron parte del caso y un montón de imágenes de archivo, Arny, historia de una infamia reconstruye el escándalo Arny de principio a fin: desde que saltaron las alarmas con la denuncia en 1995 de un menor de edad de 16 años que declaraba estar siendo forzado a la prostitución en el famoso local de Sevilla hasta la sentencia del juicio en 1996.
A medida que avanzaba el caso y también durante la celebración del juicio, varios de los menores que habían puesto sobre la mesa los nombres de los acusados se retractaron de sus acusaciones, asegurando haber sido presionados por la policía y provocando un segundo escándalo en torno al caso, que comenzó a ser señalado como una caza de brujas, un juicio contra la homosexualidad y una forma de tapar diversas cuestiones políticas. El papel que jugaron los medios de comunicación en todo esto es retratado con dureza en Arny, historia de una infamia, puesto que al más puro estilo "Caso Alcasser", varios programas de la época nutrieron sus escaletas con un juicio paralelo en el que cabían rumores, testimonios falsos y ofertas de auténticos dinerales por conseguirlos.
Los tres episodios de Arny, historia de una infamia están disponibles en HBO Max.