Desde el 15 de enero no paro de hacer planes imaginarios sobre lo que debería hacer en caso de apocalipsis. ¿Dónde tendría que huir? ¿Qué tengo que tener en la despensa para aguantar lo máximo posible sin salir de casa? ¿Qué herramientas serían las más útiles? La culpable es The Last of Us, la serie de HBO Max basada en el videojuego de Naughty Dog que sigue a Joel y Ellie en su viaje de supervivencia por un mundo arrasado.
Habiendo pasado una pandemia hace muy poco -aún con los efectos entre nosotros- y con una guerra muy cerca de casa, el fin del mundo que cuenta The Last of Us no nos parece tan lejano. Aunque lo ideal sería tener a Pedro Pascal y Bella Ramsey al lado para que nos echaran una mano, no parece que sea muy posible y, por eso, hemos preguntado a Emilio Bueso, autor de Cenital y experto en ficción especulativa, para que nos ayude a estar preparados al 100%.
Guía de supervivencia 'Ejército de los Muertos': 7 lecciones antizombis aprendidas del cine y las seriesLas recomendaciones podrían resumirse en: la buena compañía es fundamental para sobrevivir y los que vivimos en grandes ciudades estamos jodidos. Una anotación: estas recomendaciones dependen mucho del tipo de escenario al que nos enfrentemos. "El sitio donde nos coja la catástrofe y el perfil de la catástrofe en cuestión son dos cosas que deben mediar por encima de todo protocolo general. En algunos casos, como el NBQ -nuclear, biológico, química-, a menudo conviene poner tierra de por medio y alejarse mucho de las zonas cero y los focos de contaminación", avisa Bueso. Dicho esto, toma nota.
Todo lo que deberías llevar en tu mochila
Ir bien equipado en el apocalpisis es fundamental. A no ser que seas Bill (Nick Offerman), es imposible encerrarse en casa y no salir jamás. Tarde o temprano, tendrás que hacer frente al fin del mundo y, cuando te aventures a la calle, tendrás que llevar una mochila adecuada. Bueso hasta tiene preferencias a la hora de elegir mochila -una táctica, homologada y que emule los estándares militares pero sin que sea de dotación regular-. En cuanto al contenido, un poco de todo para cubrir las necesidades básicas, curar en caso de que sea necesario y un kit de herramientas útiles para situaciones diferentes.
· El agua que necesites para alcanzar tres veces la distancia al punto de encuentro, extracción o refugio y un kit de potabilización o destilación según dicte la humedad de la zona.
· Barritas energéticas para 2-4 días.
· El botiquín. Debemos preparar el botiquín a medida de las dolencias crónicas que tengamos y según el escenario a cubrir. "No es lo mismo una situación postnuclear que una pandemia o una travesía a pata por un secarral. El botiquín hay que mantenerlo fresco y bien revisado. No es tarea fácil y conviene hacerla bien y actualizarla a menudo".
Otros detalles respecto al botiquín en los que seguramente no habías caído: la tintura de iodina sirve para las heridas y también para potabilizar agua; el hilo dental sirve para todo; las toallitas húmedas son muy útiles; la povidona yodada no sirve de mucho; y los condones pueden ser grandes herramientas. Sí, los condones. Sirven para comerciar, para hacer nudos solventes y transportar grandes cantidades de agua así como para hacer torniquetes, aislar cosas a nivel de conductividad, temperatura e hidratación.
· Ojo a este kit perfecto de herramientas: una Leatherman skeletool, un kubotan, una sierra de cable, una linterna de batería 18650, cerillas, lupa, brújula y mapas de la zona, cuerda, bridas, radio de las buenas y teléfono móvil con IP68.
· Un saco de dormir ligero, una manta térmica y una muda de ropa técnica según climatología.
Y, cuidado, porque el experto nos avisa de un mito que todos nos creemos y que puede tener consecuencias letales: las pastillas y recetas potabilizadoras de agua. "Resulta que, bien usadas, lo matan todo, ya sea bacteria, virus o protozoo; pero no sirven para nada cuando el agua contiene disueltas unas concentraciones de un químico que andan fuera del rango al que estás acostumbrado. Y eso es algo muy normal cuando se bebe agua no potable. La gente usa los potabilizadores en confianza y termina intoxicándose espantosamente. Conviene más emplear métodos destiladores".
¿Cuál es el primer sitio al que deberíamos ir cuando la cosa se empiece a complicar?
Emilio Bueso lo deja muy claro: hay que alejarse de todo núcleo poblacional y, cuanto más grande la ciudad, más lejos.
Si eres un urbanita promedio, hay que tener preparado un refugio
Si tienes la mala suerte de vivir en una gran ciudad, ten en cuenta que el refugio debe tener varias características: "Uno discreto y apartado que esté bien equipado. Lo más fácil y eficaz es buscar un rincón en medio de la nada, con sombra y agua cerca, donde enterrar suministros básicos, como latas de conserva, en un barril hermético. Todo a una distancia de la ciudad en que vivas que se pueda cubrir en una marcha de media jornada", cuenta el experto.
Cuando la cosa se ponga fea, acampas en tu refugio y permaneces escondido escuchando la radio hasta que termine lo peor. Es posible que se terminen tus suministros antes de tiempo, por lo que tendrás que salir a por más, pero intenta estar en el refugio el máximo tiempo posible. "La mortalidad en los escenarios más terribles tiende a ir cayendo con el tiempo, a medida que se acumulan las bajas y se restablecen rutinas y servicios".
Solo no puedes, con amigos sí: es fundamental contar con buena compañía
La recomendación es alejarse de las grandes ciudades, pero esto no quiere decir que tengas que ser un solitario por el resto de tus días. De hecho, rodearte de una buena compañía es crucial para tu supervivencia a largo plazo. "El hombre es un animal gregario, incapaz de sobrevivir en el medio sin el soporte de una comunidad de apoyo. Las muy numerosas no funcionan durante las debacles societales pero funcionan menos todavía los grupos de dos o tres personas, por lo que conviene tener un puñado de amigos de confianza, entre 6 y 18, con perfiles diversos", apunta Bueso.
Si no lo has hecho ya, llama a tus amigos más cercanos y poneos de acuerdo para establecer un refugio al que huir en caso de que nos invada el cordyceps. Seguid todos estos trucos y podréis hacer frente a muchos escenarios apocalípticos. Con Pedro Pascal o sin él.
Cabeza fría y corazón caliente
Es divertido imaginar cómo actuaríamos ante los diferentes escenarios apocalípticos que conocemos gracias a la ficción. The Last of Us nos presenta un mundo arrasado por un virus que, literalmente, se come a los humanos. Anteriormente, The Walking Dead ya nos había llevado a un terreno similar, igual que 28 días después o Soy leyenda, pero la realidad es que lo que sea que acabe con el mundo será algo de lo que no tenemos ni idea actualmente.
"Lo malo del apocalipsis, aparte de que no será el mismo para todos, es que es muy probable que se desate de una forma que nunca se ha dado antes, más que nada porque nunca se ha dado un apocalipsis antes, al menos en tu vida y en la mía", advierte Bueso, "Esto es, que no tenemos mucha idea acerca de cómo será cuando suceda lo que suceda, tampoco de cómo nos pillará a nosotros en concreto".
Sólo sabemos a ciencia cierta que estamos sentados en docena y media de bombas de relojería que probablemente se harán saltar las unas a las otras el día menos pensado
Ante la incertidumbre, varios consejos: la cabeza fría y el corazón caliente. "Hay que estar preparado ante todo para improvisar, analizar las situaciones sin dejarse llevar por el pánico o la desinformación, mantener la cabeza fría y el corazón caliente. Recordar que los protocolos de emergencia son una guía y una herramienta, no una camisa de fuerza. Al final te tocará buscarte la vida vete a saber tú como, conque aprende a bailar al ritmo de la música y no tantas coreografías", zanja.