Ahora es imposible no asociar sus llamativos ojos azules a su larga lista de trabajos para diversas producciones españolas, pero hace 10 años Jesús Castro era un joven estudiante de formación profesional que trabajaba vendiendo churros en el bar de su padre y como relaciones públicas de una discoteca que todavía no había obtenido la oportunidad que le cambiaría la vida.
No ocurriría hasta el año 2014, cuando el joven gaditano, que entonces tenía 20 años, se presentó a las pruebas para convertirse en el protagonista de la película de Daniel Monzón El Niño y logró imponerse a los más de 3.000 aspirantes al papel aún sin tener ningún tipo de formación previa. La película, un largometraje sobre un par de jóvenes delincuentes que tratan de hacerse un nombre en el mundo del narcotráfico, estaba protagonizada por Luis Tosar, Eduard Fernández y Bárbara Lennie y resultó ser un auténtico éxito, lo que permitió que Castro entrase por la puerta grande en un mundo en el que las grandes oportunidades pueden contarse con los dedos de una mano y a veces ni siquiera llegan.
Con El Niño Jesús Castro llegó a ser nominado a Mejor actor revelación en los Premios Goya de 2015, aunque fue Dani Rovira con su inolvidable Ocho apellidos vascos el que llevó a casa aquel prestigioso galardón. Ese mismo año, Castro formaría parte además del elenco de la también exitosa La isla mínima, protagonizada por Javier Gutiérrez y Raúl Arévalo, así que, en cuestión de un año y un par de primeras experiencias profesionales, el actor gaditano ya se ha había convertido en el niño bonito del cine español y uno de los jóvenes intérpretes con mayor proyección.
Las siguientes oportunidades, obviamente, no se hicieron esperar. Aunque sus primeros trabajos habían tenido lugar en la gran pantalla, Jesús Castro fichó rápidamente por dos importantes producciones para la pequeña pantalla: Mar de plástico y la segunda temporada de El Príncipe, de Antena 3 y Telecinco respectivamente. Y las dos cosecharon un gran éxito. La segunda, de hecho, está viviendo ahora una segunda vida en Netflix ocho años después y, desde que comenzó a estar disponible en el catálogo de la plataforma de 'streaming' el pasado 1 de marzo, es uno de los títulos más consumidos por los suscriptores en nuestro país.
Pero, ¿qué fue de Jesús Castro tras aquella explosión de popularidad con la que comenzó su carrera? Aunque su siguiente oportunidad en pantalla grande no llegaría hasta 2020 de la mano de Mi gran despedida, al actor nunca le han faltado las ofertas para la pequeña pantalla. Durante los años siguientes al éxito de El Príncipe, el gaditano participó en diversas producciones, como Perdóname Señor, La Verdad o Brigada Costa del Sol, aunque sin lograr el éxito de sus primeros trabajos.
'El Príncipe' grabó cuatro posibles finales para despedir la serie que ahora cautiva en Netflix y cabreó a los fans: según su protagonista, el elegido era el peor de ellosNo volvería a saborear el éxito en mayúsculas, de hecho, hasta 2022, aunque para lograrlo tuvo que viajar fuera de España. La oportunidad se la brindaría Telemundo y en forma de papel protagonista de la mano de Diario de un gigoló, que Jesús Castro rodó en Argentina y que se convirtió en una de las series de habla no inglesa más vistas de la plataforma de 'streaming'. En ella, el actor, que ahora ya tiene 30 años, interpretaba a Emanuel, un joven que trabaja como chico de compañía para una empresaria que ve cómo sus límites son puestos a prueba cuando no puede evitar enamorarse de una joven a la que solo tenía que seducir como parte de un trabajo.
Además, recientemente veíamos a Castro como el famoso torero Paquirri en la serie de Atresmedia Player Cristo y Rey, aunque su participación solo tuvo lugar en un capítulo, y próximamente podremos verle de nuevo a bordo de un largometraje: Nato 0. El origen del mal, un 'thriller' con equipo 100% andaluz que ha rodado a caballo entre Sevilla y Nueva York del que todavía no se conocen muchos detalles.
