Fueron dos años y medio de espera, pero la temporada 3 de The Mandalorian acaba de llegar a su ecuador con un episodio, 'El Huérfano' (3x04), que nos recuerda la razón por la que la primera serie Star Wars de acción real es considerada de lo mejorcito que hemos visto en la franquicia en los últimos años.
Dirigido por Carl Weathers, el actor que interpreta al líder de Nevarro Greef Karga en la ficción y que repite tras las cámaras tras haber debutado también en el cuarto episodio de la segunda temporada, el capítulo es el más corto -33 minutos contando con los títulos de crédito- de los que hemos visto hasta la fecha, batiendo el "récord" que hasta ahora ostentaba el segundo episodio de la primera temporada con 34 minutos.
Es corto, pero no necesita más para introducir en él todas las cosas que nos gustan de The Mandalorian y, ya de paso, limar algunas asperezas con aquellos a quienes no terminó de convencer la pequeña aventura en Coruscant que se apoderaba de la serie la semana pasada. En 'El Huérfano' (3x04) no se establece conexión alguna con la historia del Doctor Phersing y los planes de futuro de Elia Kane, sino que nos conduce directamente hasta la guarida secreta de los Hijos de la Guardia para reencontrarnos con Din Djarin (Pedro Pascal), Grogu y Bo Katan (Katee Sackhoff), redimidos en el episodio anterior, y permitirnos más sobre su día a día de entrenamiento y devoción al credo.
Pero, antes de continuar, una advertencia: A continuación se revelan detalles del episodio, así que, si no quieres saber nada, es mejor que dejes de leer ahora.
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En una especie de vuelta a sus orígenes con una misión como eje central en torno al que funcionan el resto de tramas individuales del capítulo, la acción principal del cuarto episodio de The Mandalorian es el secuestro de uno de los niños del credo, al que Paz Viszla llega a referirse como su hijo, por parte de una enorme criatura rapaz. Será Bo Katan quien lidere una peligrosa misión de rescate repleta de tensión pero con final feliz mientras que, con Din Djarin formando parte del grupo, Grogu se queda en la guarida bajo la vigilancia de La Herrera, que continúa ofreciéndole la formación como mandaloriano que ha comenzado su "padre".
Y es que, lo mejor del episodio es precisamente que, en él, tenemos doble ración de Grogu. Primero cuando Din, tan 'daddy' que casi resulta inevitable no recordar el reciente papel de Pedro Pascal en The Last of Us, le anima a enfrentarse a un pequeño duelo de entrenamiento del que sale victorioso no sin unas cuantas dudas, pero también cuando, una vez solo junto a La Herrera y visiblemente preocupado de la nueva etapa vital que comienza para él, viejos recuerdos del pasado se agolpan en su cabeza. Un esperado 'flashback' que nos permite conocer mejor sobre su vivencia en uno de los sucesos más terribles de la franquicia: el asalto al Templo Jedi en Coruscant en el que murieron todos los que estaban dentro.
Como ya era sabido, Grogu se encontraba en el interior del Templo cuando los soldados clon aniquilaron todo lo que encontraron a su paso, aunque el 'flashback' de 'El Huérfano' (3x04) le permitió recordarlo, y a nosotros verlo, con todo lujo de detalle: El encargado de salvar a Grogu due Kelleran Beq, un Maestro Jedi humano interpretado por Ahmed Best que no habíamos visto en la franquicia, pero que, curiosamente, encarnó al personaje en el pasado en una especie de reality para niños conocido como Star Wars: Desafío del templo Jedi.
Un episodio traumático para Grogu que ahora parece contento y aterrorizado a partes iguales pero que acaba de recibir una preciada pieza forjada con Beskar para su futura armadura. De igual modo, Bo Katan sigue haciéndose, casi sin quererlo, un hueco entre los Hijos de la Guardia e incluso llega a contarle a La Herrera lo que vio bajo las aguas de las minas de Mandalore. Su interlocutora cree que es una alucinación, pero ella está convencida de que es real. ¿Acabará jugando el mythosaurio o un papel más importante en la temporada 3?
