Apenas nos ha durado un suspiro tras los dos años y medio de espera que han sido necesarios para su estreno, pero la temporada 3 de The Mandalorian acaba de despedirse con un último episodio, 'El regreso' (3x08), que ya está disponible en la plataforma de 'streaming' Disney+. Un capítulo de nuevo dirigido por el también productor -y director habitual- de la serie Rick Famuyiwa, que también estuvo tras las cámaras del 3x07, del primero de la actual temporada y de varios en las entregas anteriores. Así, el séptimo y octavo episodio de la tercera de The Mandalorian han terminado funcionando como una unidad en dos partes destinada a poner el broche de oro a esta esperada nueva etapa.
Compacto como ningún otro, 'El regreso' (3x08) apenas ha necesitado 40 minutos para echar el cierre, pero tampoco se ha privado de nada. En apenas poco más de media hora, el capítulo final ha retomado la acción en el mismo punto de intensidad máxima en el que lo había dejado su predecesor, ha resuelto las tramas y encima le ha sobrado tiempo para despedirse con calma y asentar la base para un futuro que se antoja bastante incierto.
La temporada 3 de The Mandalorian ha sido la más criticada y, aunque a mí personalmente me encanta, salirse del camino para hacer un episodio "independiente" ambientado en Coruscant parece que es algo que se le va a echar en cara durante mucho tiempo. Pero la serie de acción real estrella de la franquicia Star Wars ha demostrado que sigue teniendo la capacidad de generar hype y que no necesita servirse de ningún 'cliffhanger' para conseguirlo. También que, aunque combinar diferentes elementos de la mitología de la franquicia le funciona, está 100% al servicio de su propia historia.
¡Ojo, Spoilers! A continuación se revelan detalles del episodio 3x08.
Tras una semana que probablemente ha sido la más agónica de la corta trayectoria de ocho semanas de la temporada 3 de The Mandalorian, 'El regreso' no se ha andado por las ramas y ha partido inmediatamente del punto en que lo dejó la anterior: Con Bo Katan (Katee Sackhoff) tratando de poner a salvo a los mandalorianos pero decidida a luchar en tierra contra las fuerzas de Moff Gideon (Giancarlo Esposito) y Din Djarin (Pedro Pascal) capturado.
Afortunadamente, para aquellos preocupados por la supervivencia de Din Djarin, la detención no dura demasiado. Es Grogu -y la mala puntería de los troopers- quien le salva, pero el mandaloriano tiene claro que ha llegado el momento de dejar de huir: Tienen que dar con el líder imperial cuanto antes y acabar con su existencia para siempre. Aún con varios momentos de auténtico infarto en los que tenemos por el bienestar de nuestros héroes -léase Din Djarin, por supuesto, pero también Grogu, Bo Katan e incluso el propio R5- la misión acaba resultando exitosa, con Moff Gideon ardiendo junto a su base en Mandalore y el sable oscuro como única y principal víctima del lado mandaloriano -con perdón de Paz Vizzla, claro, pero eso ocurrió en el episodio anterior-.
Y como tras la tempestad siempre llega la calma, los 10 últimos minutos del episodio se centran en lo que permitió a The Mandalorian meterse a los espectadores en el bolsillo: Mando y Grogu. Con Din Djarin adoptando oficialmente al pequeño, Baby Yoda deja de ser un huérfano y estrena nombre a partir de ahora: Din Grogu, un aprendiz mandaloriano de pleno derecho que acompañará a Mando en sus misiones de cazarrecompensas como 'freelance' de la Nueva República.
Ni hay escena postcréditos, ni sabemos qué le deparará el destino, pero la temporada más criticada de la trayectoria de The Mandalorian ha demostrado con su final cerrado que nos apresuramos con las teorías: La Herrera no es una traidora (o al menos no que sepamos por el momento), el Mythosaurio sigue oculto en las aguas de Mandalore y la serie es mucho más que una antesala de Ahsoka. Tendremos que esperar para ver al Gran Almirante Thrawn en acción.
