A punto de cumplirse nada más y nada menos que 20 años desde que se estrenó su primer capítulo, la serie Perdidos sigue siendo una de esas series que la gente recuerda con gran cariño por mucho que su desenlace fuese considerado una decepción para muchos. Una vez superado el pequeño trauma de que la ficción que nos había obsesionado durante años no albergase el final épico que muchos habría cabido esperar, la ficción creada por J.J. Abrams y posteriormente conducida por Damon Lindelof y Carlton Cuse merece ser recordada por el fenómeno que fue y no por la comentada escena del purgatorio que, hoy por hoy, algunos no terminan de entender.
Con el final de la serie habiendo quedado 13 años atrás, el equipo de la serie ha pasado página y trabaja en nuevos proyectos, pero todavía queda lejos el momento en el que dejemos de recordarles por su paso por la serie de ABC. La mayoría de ellos han tenido que abordar el peliagudo asunto del desenlace en más de una ocasión y, aunque cada uno lo ha sorteado a su manera, parece que lo que en realidad es un asunto a recordar son las varias anécdotas que dejó el rodaje del episodio final, con varios de los implicados enfrentando situaciones que podrían haber acabado con su vida.
Lo de aquel rodaje fue una cosa seria por varias razones, pero una de las anécdotas más peligrosas que tuvieron lugar en el set de rodaje la protagonizaron dos se sus protagonistas: Terry O'Quinn y Matthew Fox, los encargados de interpretar a Locke y Jack, que en aquel momento eran los máximos rivales. La escena en cuestión en la que se produjo el incidente seguro que la recuerdas: una pelea cuerpo a cuerpo en un acantilado de la isla que en ese momento, además, se estaba desmoronando en señal del fin del mundo.
En aquella pelea Jack recibió la puñalada que acabaría con su vida, pero se nos ponen los pelos de punta al pensar que también podría haberlo hecho en la vida real.
"La he cagado", recordaba el director del episodio, Jack Bender, que dijo Terry O'Quinn tras casi apuñalar a su compañero con un cuchillo real. Lo recordaba perfectamente en declaraciones para Vulture en 2021:
Teníamos un cuchillo falso y un cuchillo real. El cuchillo real, como siempre que se hace una película, no está afilado. Pero es una cuchilla real, así que no se dobla, porque los de goma sí se doblan
"Terry estaba trabajando con el cuchillo real y el falso. Habíamos rodado varias tomas de la secuencia y estábamos llegando al final. Terry había ensayado bien cuándo tendría el cuchillo real y cuando lo soltaría y cogería el otro, que estaba a su lado, el falso". Pero algo falló.
"Estabamos luchando y en un momento dado saqué el cuchillo real", recuerda Terry O'Quinn. "Matthew me vio sacarlo y luchamos con él". Ambos pensaban que era el de goma. No lo era.
Lo clavé en el costado de Matthew, que tenía una especie de almohadilla del tamaño de la palma de una mano justo en el lugar donde se lo clavé. Pero le apuñalé con un cuchillo real
Afortunadamente, todo salió bien. "Finalmente terminaron de rodar riendo y sin complicaciones", recordaba Bender, pero lo cierto es que las consecuencias podrían haber sido trágicas. Ya nunca veremos esa escena de la misma manera.