Que Akira Toriyama es un fan de la ciencia-ficción no debería pillarnos por sorpresa a nadie. Al fin y al cabo, conceptos de Dragon ball como las cápsulas Hoi-Poi o los diseños innovadores de las ciudades beben mucho de conceptos de libros y películas míticas. Lo que no sabíamos es que el legendario creador era, además, fan de Star Trek. ¿Que cómo lo sabemos? Bueno, rebobinemos hasta el episodio 22 de Dragon Ball Z, en español titulado Unas semillas muy extrañas.
Kame-hame-Spock
En el episodio, Vegeta y Nappa llegan a la Tierra y empiezan a destruirlo todo a su paso. Y claro, los medios de comunicación se interesan por los nuevos enemigos y empiezan a filmarles. Entre las televisiones emitiendo desde un helicóptero destaca una que sale en solo un plano y tiene inscrito un código que seguro que a más de uno le sonará: NCC-1701-A.
Es, efectivamente, el nombre técnico de la USS Enterprise, que hizo su debut en la escena final de Star Trek IV. Misión: salvar la Tierra, de 1986, justamente el año en que empezó a emitirse el anime basado en el manga de Toriyama. La nave, en la ficción trekkie, realmente era una nueva versión de la que se destruyó en la tercera parte cinematográfica, En busca de Spock: aunque el supervisor de efectos visuales creía que esta destrucción serviría para crear nuevas ideas, enseguida comprobó que en la saga pensaron que sin Enterprise los fans podrían enfadarse.
Esta Enterprise duró hasta la sexta parte antes de apartarla de la franquicia, pero apareció de fondo como detalle en la temporada tres de Star Trek: Picard. Por su parte, todos sabemos cómo acabó la saga de los Saiyans de Dragon Ball: si creías que la saga galáctica estaba estirada, no mires nunca el episodio por el que van ya sumando Dragon ball, Dragon ball Z, Dragon ball GT, Dragon Ball Kai y Dragon Ball Super.