Las referencias que se han hecho a lo largo de todas las temporadas de Los Simpson son incontables. Tanto las más evidentes como algunas que sólo cobran sentido años después, cuando tienes más experiencia y conocimientos de cultura general o cinéfila. Entender estas referencias años después te hace ver que la serie es como el buen vino, que con los años mejora y te descubre matices nuevos.
Hoy recordamos esa clase de gracia que te hace gracia en su momento, pero que con el paso de los años descubres todo su significado y ya no puedes verla de otra manera. Se trata del episodio Sin Duff, el número 16 de la cuarta temporada, donde Homer debe pasar un mes sin beber cerveza y, como trama paralela, Lisa trama un proyecto secreto donde intenta ver si su hermano Bart es más listo que un hamster. En el proceso se hace un guiño a una de las escenas más perturbadoras de la filmografía de Stanley Kubrick.
Stanley Kubrick quedó tan impactado por esta película española que le hizo tomar una importante decisión sobre 'La naranja mecánica'En esa subtrama vemos a Lisa realizando experimentos y pruebas a un hamster de laboratorio, al mismo tiempo que hace a su hermano realizar los mismos retos de manera discreta, sólo para comprobar que tarda más en resolverlos o a veces ni siquiera lo consigue. Entre ellos están los estímulos dañinos, que Lisa prueba aplicando corriente a unos golosos cupcakes. Mientras que el hamster aprende rápido a no tocar el dulce, Bart recibe constantes descargas eléctricas al seguir intentando cogerlo.
Miedo y asco a un postre
A la larga, esto genera una reacción extrema en el primogénito de Los Simpson. Cuando ve unos cupcakes normales y corrientes en la cocina, al aproximarse a ellos tiene lo que se conoce como un reflejo pavloviano, reaccionando con dolor y estremecimiento ante la idea de acercase al postre. Este gag es un guiño a La naranja mecánica, donde el personaje de Malcolm McDowell reacciona con asco y repulsa a una mujer desnuda tras haber sido torturado en una serie de experimentos a los que se presta.
Esos mencionados experimentos buscaban reeducar al excéntrico líder de una banda criminal, asociando a la tortura y a emociones negativas aquellos estímulos que le resultaban excitantes, como el sexo, la ultraviolencia o la música de Beethoven. El objetivo de dicha práctica es amansarlo lo suficiente para sea un ciudadano de comportamiento ejemplar, aunque sea perdiendo por completo su voluntad individual para actuar correcta o incorrectamente (algo que para Kubrick resulta lo más aterrador de su magistral distopía).
En Los Simpson se muestra de una manera menos extrema y hasta graciosa, aunque en ambos casos vemos a dos personajes cayendo al suelo e incapaces de comportarse con normalidad por culpa de siniestros experimentos ajenos. Algunos éramos todavía demasiado jóvenes para haber visto La naranja mecánica y entender el chiste, pero ahora ya nadie puede ver igual esa broma. O un par de cupcakes.
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