Da igual el tiempo que pase. Hay caras que se quedan perennes en nuestros recuerdos y, aunque con el paso del tiempo determinados actores o actrices que interpretaron personajes míticos han podido alejarse de la industria o han seguido trabajando pero con un perfil más bajo, probablemente no les olvidemos nunca. Para quienes han crecido ya con la explosión de las plataformas de 'streaming' promete ser algo diferente, pero en el caso de los 'millennial', por ejemplo, ocurre que la nostalgia es compartida respecto a los títulos más icónicos de los 90.
¿Quién no recuerda las famosas sintonías con las que desayunábamos en las mañanas de verano, el mítico rap de El Príncipe de Bel-Air, cómo vimos crecer a las hermanas Olsen en Padres Forzosos, las travesuras de Punky Brewster o la frase más famosa de Steve Urkel en Cosas de Casa?
No todas las estrellas que protagonizaban las series con las que crecimos en nuestra infancia han seguido vinculadas al mundo de la interpretación, así que nos encanta saber a qué dedicaron sus vidas. En el caso de El Príncipe de Bel-Air por ejemplo, la famosa 'sitcom' convirtió a Will Smith en una auténtica estrella, pero apenas ningún otro de los jóvenes intérpretes con los que compartió protagonismo siguió sus pasos.
De los tres hijos de tío Phil y tía Viv quizá la menos popular fuera Hillary Banks, la superpija prima de Will cuya risa probablemente siga en tu memoria, pero seguro que recuerdas al personaje con absoluto cariño. De hecho, el personaje experimentó un cambio notable entre temporadas, puesto que al principio era planteado como una niñata consentida y egoísta y, con el paso del tiempo y un accidente que le cambió la vida, decidió usar su riqueza para contribuir a diferentes causas sociales.
La encargada de interpretar a Hillary Banks fue Karyn Parsons, que encarnó al personaje a lo largo de las seis temporadas de la sitcom emitidas entre 1990 y 1996. Sin embargo, aunque todos nos acordamos de ella y siguió trabajando tras el final de la serie, lo más probable es que le tengas absolutamente perdida la pista.
¿Qué fue de Karyn Parsons tras 'El Príncipe de Bel Air'?
Durante el tiempo que El Príncipe de Bel-Air estuvo en antena a Karyn le llegaron algunas oportunidades, como pequeños papeles en poco conocidas películas como Dos caraduras y un plan o la comedia Major Payne que pasaron sin pena de gloria, y algunos pequeños papeles en series, entre los que destaca su aparición en Blossom también en la piel de Hillary Banks.
Tras el desenlace de la 'sitcom', Parsons interpretó pequeños papeles episódicos en series de los 90 y primeros 2000, como Melrose Place, pero su único papel "recurrente" fue en la serie de 2001 The Job. En 1998 protagonizó la película Mixing Nia y en 2002 compartió elenco con Steve Buscemi, Jennifer Beals y Peter Dinklage en 13 Moons, pero su carrera interpretativa quedaría paralizada más o menos en ese punto.
Mientras Karyn había asegurado en el pasado que ser actriz había sido su sueño desde que tenía 6 años, tras el éxito de El Príncipe de Bel-Air aquel anhelo conseguido cambió porque los objetivos de vida personal de Parsons también lo hicieron. Por un lado porque se sentía encasillada, según revelaría ella misma, pero también porque quiso coger un poco de distancia con la profesión para dedicarse a su propia familia y a un objetivo que le motivaba más: crear una organización sin ánimo de lucro.
Cuando quiso volver, según contó en una entrevista con Cryptic Rock, no le fue fácil compaginar su vida personal y la familia: "Pensé: 'Podría intentar volver a hacerlo aquí y allá', pero se necesita mucho más compromiso. Lo intenté, fue difícil dejar todo para la audición. Tienes que conseguir una niñera y cruzar la ciudad para llegar a la audición, tienes que memorizar tus cosas, tienes que conseguir la ropa adecuada para usar, luego tienes que volver y hacerlo todo de nuevo. Es como dejarlo todo en el último minuto. A medida que mis hijos crezcan y sean más independientes, ya veremos".
Y así es como se acabó dedicando a sus propios proyectos, con tres libros para niños ya publicados, una fundación, Sweet Blackberry Foundations, que busca crear conciencia sobre los héroes negros que no son tan conocidos, y su propia vida familiar.