Pocos fenómenos tan grandes ha habido en los últimos años como el de El juego del calamar. La serie se estrenó en 2021 y llegó a 111 millones de cuentas en sus primeros días. Según una filtración, un 66% de sus cuentas vieron la serie coreana al completo en sus primeras semanas. Un éxito absoluto que se estima que reportó a Netflix unos 700 millones de euros, según Bloomberg.
Así se ha creado una franquicia que, a pesar de ir a paso lento, no para de expandirse. La segunda temporada ya está en marcha y también se prepara El juego del calamar: El desafío, un 'reality' basado en el siniestro programa que, por el momento, no albergará muertes en directo. Nadie pone en duda el impacto cultural del calamar y, aunque al creador le ha cambiado la vida, no ha cambiado su cuenta corriente tanto como pensamos.
En una entrevista con The Guardian, Hwang Dong-hyuk ha declarado que no es "tan rico" como los ganadores del concurso de su serie, pero lo que recibió es "suficiente. Tengo suficiente para poner comida en la mesa". ¿Cómo es posible que hayas creado uno de los mayores éxitos de la historia del 'streaming' y no seas recompensado económicamente?
No es que Netflix me esté pagando un bonus. Netflix me pagó de acuerdo con el contrato original
Netflix compensa a sus creadores de éxito de otro modo
El coreano no dice mucho más al respecto, pero es posible que su contrato original carezca de derechos de propiedad intelectual y los 'residuals' que eso genera -como los 'royalties'-. Sospechamos que ésta puede ser la razón de sus bajas ganancias porque es precisamente lo que están luchando en la huelga de guionistas que se está produciendo actualmente.
Esa falta de retribución se suple, según Ted Sarandos, por otros medios. "Cuando hacemos acuerdos, garantizamos que nuestros estudios y creadores sean compensados justamente. Es un mercado competitivo y compensamos muy por encima del mercado. Y en el caso del éxito de una serie, nos aseguraremos de que los creadores sean compensados de una manera correcta en la próxima temporada".
Lo que sí le ha reportado a Dong-hyuk es una seguridad profesional que antes no tenía. Puede que su salario dependiera de un acuerdo firmado antes de saber que iba a ser un completo éxito, pero ahora ya tiene poder suficiente como para negociar sus siguientes pasos. Y seguramente lo haya hecho porque si ha vuelto para una nueva tanda de episodios es que hay una buena razón para ello.
Dong-hyuk declaró en el momento del estreno de la serie que estuvo tan estresado escribiendo la primera temporada que no quería volver a ese universo. "Fue física, mental y emocionalmente agotador. Seguí teniendo nuevas ideas y revisando los episodios mientras filmábamos, así que la cantidad de trabajo se multiplicó", confiesa a The Guardian el creador, que perdió seis dientes durante el proceso.