Es difícil adivinar cuál va a ser ese papel que cambie para siempre la carrera y la vida de un actor. Aunque puedan parecer obviedades con el paso del tiempo, en el momento parece que algunos roles están destinados a pasar desapercibidos y simplemente dejen un buen cheque en el banco. Patrick Stewart sin duda se sentía así con el personaje que le hizo despegar definitivamente.
Con Star Trek: La nueva generación consiguió lo que parecía imposible, que es hacer una nueva serie de Star Trek sin el reparto original y que no sólo enganchase a los fans, sino que se volviese igual de icónica. Su personaje del Capitán Jean-Luc Picard se ha convertido en uno de los favoritos de toda la franquicia y en un icono de la ciencia ficción, que ha podido resurgir en los últimos años a través de la serie Star Trek: Picard.
Stewart aceptó el papel en un momento donde no veía claro en dar el salto más allá de las tablas del teatro. "No era un actor que buscase trabajo en Hollywood" comentó en una entrevista con la BBC en 2012. pero aun así le llegó una suculenta oferta de Paramount para protagonizar este nuevo reboot de la mítica serie de ciencia ficción. El actor británico era reticente, especialmente porque ya tuvo un sonoro fracaso en el género con la Dune de David Lynch.
Sin embargo, afirmó que "mi agente y todos a los que consulté me aseguraron que no debía temer el contrato de seis años que tenía que firmar". Stewart estaba convencido, gracias a todos estos asesores, que la serie iba a ser un desastre. "No se puede revivir una serie icónica, es imposible" fueron las palabras que más escuchó en ese momento, creyendo no sólo que no se cumplirían los seis años de ese contrato sino que no pasaría de la primera temporada.
Contra todas las expectativas
El actor lo aceptó igualmente, porque parecía dinero fácil. "Ven y haz algo de dinero por primera vez en tu vida, te bronceas y te vas a casa". Pero esas expectativas fueron demolidas rápidamente, porque la serie se volvió un éxito y su personaje fue muy querido por los fans. Él ya estaba pensando en terminar pronto con su compromiso y volver para protagonizar una representación de Quién mató a Virgina Woolf, y antes de darse cuenta un ejecutivo ya le decía que le iba a ver más gente que nunca en el teatro.
Sin duda fue una sorpresa que desafió todos los pronósticos, especialmente porque, como dice Stewart, "no todo el mundo en Paramount quería a un inglés calvo de mediana edad shakesperiano". Pero Picard le volvió un héroe del género fantástico, condición que refrendó años después en el cine interpretando al gran Profesor X en las películas de X-Men. Nada mal para lo que iba a ser un cheque fácil que ingresar en el banco.
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