Hace apenas una semana que debutó en la plataforma de 'streaming', pero la nueva película de terror de Netflix no ha pasado desapercibida entre los suscriptores y ya es el largometraje más popular. Sin embargo, lejos de ser un bombazo, las críticas no están siendo especialmente buenas. Dirigida por Daina Reid, la película Huye, conejo, huye está protagonizada por Sarah Snook, pero, mientras la actriz de Succession tiene el honor de haber sido una de las protagonistas de la que sin duda es una de las mejores series de los últimos años, su primer trabajo tras el desenlace de la ficción de HBO ha sido recibido con bastante recelo y son muchos los que aseveran no terminar de entender su final.
¿De qué va Huye, conejo, huye? Sarah, el personaje interpretado por Snook, es una especialista en fertilidad. Una mujer con un enfoque bastante cartesiano sobre ciclo de la vida, pero que está a punto de tener que replantearse muchas cosas. El comportamiento de su hija, quien asegura tener recuerdos firmes de una vida anterior, obliga a la científica a cuestionar las certezas de un mundo que nunca antes había tenido que cuestionar y, al mismo tiempo, también a enfrentarse a un fantasma de su pasado.
Pero si ha sido la pasión por Succession, con el papel de Sarah Snook como protagonista, lo que ha llevado a los suscriptores a darle una oportunidad a la película, parece que no ha sido suficiente. Sí de llevarla al top 10 en tan solo unos días y compartir el podio con las secuelas de dos exitosas películas de Netflix, Tyler Rake 2 y A través del mar, pero, por mucho que el terror psicológico sea un género bastante bien apreciado en la plataforma, Huye, conejo, huye no está recogiendo los mejores elogios.
El punto de partida de la película es la llegada de un misterioso conejo a la puerta de la madre soltera protagonista y su hija. Como lo lees. Un adorable y aparentemente inofensivo del cual su hija Mia (Lily LaTorre) se enamora de inmediato. Sin embargo, no ocurre lo mismo con Sarah, quien a pesar de tratar de deshacerse de él rápidamente, se ve obligada a quedárselo al tiempo que empiezan a pasar cosas raras, como que Mia se diseñe una aterradora máscara de conejo que empieza a lucir en casa, que reconozca una tétrica foto antigua o que empiece a hablar de Joan, una mujer a la que nunca ha llegado a conocer pese a que sea alguien importante en la vida de su madre.
Un cúmulo de sucesos extraños que hacen que Sarah reviva algunos de los sucesos más traumáticos que marcaron su infancia y que comience a plantearse su salud mental. De hecho, todo es tan extraño en la vida de la protagonista y lo que acontece en aquella casa que, tras ver la película, muchos espectadores siguen preguntándose qué es lo que han visto. Desde qué simboliza la presencia del conejo, si se trata del presagio de algo malo o qué relación tiene con la familia.
Las respuestas no están claras en el poco más de hora y media que dura la nueva película de Netflix, que, por mucho que se las apañe para mantener el suspense y generar miedo entre los espectadores, no termina de convencer con su propuesta. Tanto es así que hay quien dice que es lenta y aburrida, pese a su corta duración. La prueba es el más que discreto puntaje de apenas un 38% de valoraciones positivas por parte de la crítica que Huye, conejo, huye ha cosechado en Rotten Tomatoes, pero que sorprendentemente mejora el del público, que apenas alcanza el 25%.
Al final, la duda se queda planeando en la cabeza de los espectadores: ¿Realidad o imaginación? Una ambigüedad que puede funcionar bien en otros títulos, pero que en la cinta de Netflix ha sido descrito como "falta de consistencia" y como una apuesta innecesaria por lo metafórico.