Da igual si has cumplido ya 60 años o si acabas de terminar la universidad, seguro que en algún momento de tu vida has visto un episodio de Pippi Calzaslargas. Y, si no, sabrás reconocer al instante a esta niña de pelo rojo y trenzas imposibles que tanto ha hecho soñar a niños de todas las edades. Pocos iconos infantiles hay tan fuertes como el de Pippi. Su impacto fue tal que sentenció para siempre la carrera de su actriz, Inger Nilsson.
Nilsson tenía 10 años cuando interpretó a la niña de medias de colores en la famosa serie de televisión de 1969. La acogida fue tan brutal que la imagen de Pippi la persiguió durante años y le dificultó encontrar otros papeles. Nunca ha dejado de lado su pasión y siempre ha trabajado en varios proyectos -por ejemplo, tuvo bastante éxito con The Inspector and the Sea-, pero profesionalmente decidió vivir de otra cosa. Por eso estudió y empezó a trabajar como secretaria asistente de un médico de Estocolmo.
El efecto de Pippi le ha perseguido incluso en su vida amorosa. Nilsson, que actualmente está soltera, aseguró en el podcast sueco Sommar i P1 que tenía dificultades para dar con posibles pretendientes porque todos la seguían viendo como la niña de la serie. No debe ser fácil que todos recuerden tus trenzas antes de que digas una sola palabra.
Un impacto mundial del que ha recibido muy poco dinero
Pippi Calzaslargas ha seguido reponiéndose año tras año durante las últimas décadas en muchos países de mundo, por lo que podrías pensar que la actriz ha recibido un buen porcentaje a lo largo de su vida. Nada más lejos de la realidad. Según LOC de El Mundo, a causa de las leyes suecas, la pequeña solo recibió un pequeño salario, mientras que los productores y la escritora se iban haciendo de oro con la ficción.
Esto ha dado lugar a anécdotas como la que le ocurrió en un banco y que contó en Sommar i P1. La actriz visitó una sucursal un día y tuvo que dar algunos datos sobre sus ingresos. La cifra que dió sorprendió al empleado, que exclamó bien fuerte delante de todos: "pero pensé que serías rica y tendrías una bolsa de tela llena de dinero".
Pippi sigue siendo un icono 50 años después
La sombra que dejó Pippi es muy alargada. A pesar de que Inger Nilsson ha crecido eclipsada por el personaje de ficción, está muy agradecida por esa oportunidad y la recuerda con mucho cariño. No es para menos, ya que la serie sigue generando mucho interés 50 años después.
“Lo alucinante es que Pippi cuestionaba lo que debe ser una niña de los años cuarenta, pero sigue haciéndolo ahora”, comenta a El País Elina Druker, docente de literatura infantil en la Universidad de Estocolmo, donde se ofrece un curso muy solicitado sobre la escritora Astrid Lindgren. La serie vio la luz en 1969, basada en un personaje que nació en plena Segunda Guerra Mundial. Lindgren era una ama de casa que había estudiado secretariado e inventó esta novela para entretener a su hija. Lo que no sabía entonces es que iba a crear un modelo rompedor.
"Pippi me da miedo" y el trauma de 'Marco'. Pedimos a seis niños que juzguen las series de dibujos animados de antesPippi hacía lo que le daba la gana y eso, a ojos de los niños, es un paraíso. Hace unos años, este mismo medio quiso conocer la reacción de un grupo de niños menores de 10 años al ver Pippi Calzaslargas. Sus comentarios no distan mucho de lo que pensamos nosotros mismos al descubrirla en televisión. "Qué traviesa", decía Lucas (5 años) entre risas cuando vio a Pippi subirse a los muebles. Saben que no pueden hacer eso en la vida real, así que lo experimentan entre la atracción y la vergüenza. "Eso es peligroso, ¿a que sí mamá?”, preguntaba Mía (4 años) a su madre.
Pippi es, a día de hoy, lo mismo que era cuando se estrenó a finales de los 60: una heroína que "se ríe de los roles de género, de las normas sociales, del protocolo, la burocracia, el sistema educativo, la autoridad, la belleza normativa...", dice Elina Druker a El País. El personaje de Lindgren es eterno y, aunque algunos diálogos se pueden tachar de racistas, la esencia es pura.