Era inevitable: en un momento u otro, la saga galáctica de George Lucas y la epopeya saiyan de Akira Toriyama estaban destinadas a encontrarse en un momento u otro. Solo que no como os imagináis. No, no es que Han Solo aparezca de fondo dando una paliza a Beerus o que Goku empuñe un sable láser: es un detalle bastante más sutil.
Que el poder Saiyan te acompañe
Ya desde Dr. Slump Akira Toriyama fue dejando detalles de su amor por Star Wars metiendo a los personajes en el cuerpo de R2D2 y C3PO. Pero en Dragon Ball fue más allá, llegando a diseñar la central de Capsule Corp basándose en el pequeño droide y la Torre de Karin en la Ciudad de las Nubes del planeta Bespin. Los detalles están ahí y son innegables.
Sin embargo, no es de esto de lo que venimos a hablar, sino de la aparición sorpresa del mismísimo Chewbacca en una de las películas de la saga. Aunque los fans americanos no paran de pedir que Mark Hamill ponga voz en Dragon Ball Super (algo que no parece que vaya a ocurrir), lo cierto es que Star wars ya tuvo representación durante el episodio especial de Dragon Ball GT, 100 años después. Que sí, que GT no es precisamente santo de la devoción de nadie, pero es lo que hay.
Fue en esa cinta donde Peter Mayhew, el mismísimo Chewbacca, puso la voz para Getto, un papel menor pero que une las dos sagas para siempre. La película en sí, en la que Goku Jr va a buscar las bolas de dragón para tratar de curar a Pan, su abuela enferma, es una mera curiosidad que si no habéis visto os podéis saltar. Ante todo, sinceridad.