Orange is the New Black acaba de cumplir 10 años desde su estreno en Netflix, pero no ha sido muy bien celebrado que digamos. La actriz de la aclamada comedia de Jenji Kohan, Kimiko Glenn, ha aprovechado la huelga de actores de SAG-AFTRA por las disputas contractuales con las plataformas de streaming para reivindicar lo mal que está pagado hacer una serie o película para Netflix.
Mis tetas viven para siempre en Netflix y merezco que me paguen por todas las jodidas veces que se ven”, explica Glenn en su cuenta oficial de TikTok refiriéndose a sus escenas en topless de la serie. “En segundo lugar, nunca nos pagaron bien. Y cuando digo 'no me pagaron muy bien', te vas a quedar helado. La gente todavía eran camareras y tenían un segundo trabajo. Eran jodidamente famosas internacionalmente ¡pero tuvieron que conservar su segundo trabajo porque no podían permitirse el lujo de no hacerlo! No podíamos pagar los taxis al set de rodaje
Netflix no se ha hecho aún eco de las declaraciones de la actriz que interpreta a Brook Soso en OITNB. La serie estrenó su séptima y última temporada en julio de 2019. Desde entonces, el reparto ha recibido cheques residuales basados en maratones de OITNB. Glenn también ha compartido una copia de su cheque que recibe de Netflix revelando que solo ganó un total de 27 dólares.
El sindicato SAG-AFTRA, que representa a más de 160.000 artistas, autorizó una huelga a principios de esta semana de julio después de que la Alianza de Productores de Cine y Televisión no abordara ninguna de sus preocupaciones sobre salarios justos y el uso de la inteligencia artificial durante las negociaciones del contrato.
Según los términos de la huelga, los actores sindicalizados tienen prohibido rodar cualquier proyecto de televisión o película, ni pueden promocionarlos durante las entrevistas ya planificadas o en las redes sociales. Muchas estrellas también han salido a la calle para protestar como Mandy Moore, Jason Sudeikis, Olivia Wilde, Logan Lerman y el reparto de Anatomía de Grey, entre otros.