Good Omens se ha convertido perfectamente en mi happy place del año. Como fan del libro homónimo de Neil Gaiman y Terry Pratchett de 1990, recibí la noticia de su adaptación con mucho entusiasmo y miedo a la vez. Pero cuando se estrenó en 2019, me alegró ver que la esencia de ambos autores se podía palpar en la pequeña pantalla.
Por lo que cuando se anunció la renovación por una temporada 2, muchos recibían a la vez la noticia con alegría y emoción para saber lo que les podría deparar a Azirafel (Michael Sheen) y Crowley (David Tennant) más allá del material original y, afortunadamente, no defrauda y sigue la línea de estilo de lo que vimos en la primera entrega.
Esta vez, la historia se retoma con ambos haciendo su vida normal en la Tierra después de impedido el Apocalipsis. Pero todo se va al traste cuando el arcángel Gabriel (Jon Hamm) se aparece desnudo ante la puerta de la librería de Azirafel sin recordar quién es ni cómo llegó allí.
Pero Azirafel lo ve cómo una gran oportunidad de resolver un misterio mientras frustra junto a Crowley al Cielo y al Infierno en el proceso. Todo eso aderezado con grandes dosis de comedia e historias bíblicas desde la lupa de Neil Gaiman, tal como se pudo ver en la primera temporada. También queda destacar que Jon Hamm está en su salsa y que debería hacer más comedia.
Todo fan de Good Omens se encontrará con una nueva entrega que aumenta mucho más los backstories de estos dos grandes y queridos personajes y su eterna y curiosa amistad con un misterio que resolver que hará que los episodios se pasen volando en una sola tarde gracias,también, a su inteligente humor.
Fácilmente, Good Omens se ha posicionado en una de las mejores series de fantasía de toda Prime Video.