Está habiendo cierto boom con ficciones relativas al baloncesto, lo que para algunos aficionados al deporte y a la NBA es una delicia. Garra y Air son películas que han convencido y se han vuelto fenómenos con visiones muy particulares de la liga y su historia. Algo que también tiene una de las series más potentes actualmente, aunque para algunos deja una sensación más agridulce.
Tiempo de victoria: La dinastía de los Lakers es una de las últimas series estrella de HBO Max, que viene a rellenar nuestros lunes con otra temporada. Una obra que sigue, de manera muy irreverente, el auge y caída de la época dorada de Los Ángeles Lakers a través de sus baloncestistas estrellas y ejecutivos interpretados por John C. Reilly, Jason Clarke y Adrien Brody.
La serie sigue sigue la vida personal y profesional de Los Angeles Lakers durante la década de los 80, consiguiendo ser una de las dinastías más dominantes y veneradas del baloncesto. Durante ese período de tiempo, los Lakers se ganaron el nombre de ‘Showtime’ por su estilo de juego, sus hazañas fuera de la cancha y sus asociaciones con Hollywood.
Las 55 mejores películas y series que puedes ver en HBO MaxEsta era duró desde 1979, el año del novato Magic Johnson, hasta 1991, que se retiró después de dar positivo por VIH. La primera temporada se centra en la temporada 1979-1980 de la NBA, la primera de Jerry Buss como propietario y el año de novato de Magic. La segunda temporada transcurre entre 1980 y 1984.
La serie cuenta con un tono muy llamativo a la hora de contar su historia, marcado por el particular estilo de Adam McKay, que dirige el primer episodio y ejerce de productor. Un estilo que tiene vicios que se hacen algo irritantes, como sucede en Tiempo de victoria: La dinastía de los Lakers, donde el humor se pasa de canallita y los movimientos locos de cámara se imponen todo el rato a la historia que se está contando.
'Tiempo de victoria: La dinastía de los Lakers': inexplicablemente magnética
Es por ello que los que esperen un retrato consistente o fidedigno de lo que fueron aquellos Lakers pueden acabar frustrados. Yo en parte lo hago, pero al mismo tiempo no puedo dejar de ver la serie y posiblemente me trague entera la segunda temporada. Porque es capaz también de meternos en una intensa vorágine de lujo y tensiones a través de actores de carácter muy sólidos.
No se bota ni un balón, pero creo que es una de las mejores películas de baloncesto y ya está en Prime VideoLa serie consigue que tengas una compleja relación de amor/odio con sus personajes, de igual modo que puedas tenerla con el tono general de la serie. Yo mismo no puedo resistirme a sus aventuras fantásticas, por mucho que haya momentos que no me convenzan. La serie tiene un poder de atracción y un reflejo de las dinámicas del baloncesto que me terminan atrapando. Es inexplicablemente magnética.
Puedes ver Tiempo de victoria: La dinastía de los Lakers en HBO Max.
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