Desde su estreno el pasado 10 de agosto, la nueva serie de Netflix, Medicina letal, sobre la crisis real de los opiáceos en Estados Unidos ha escalado hasta lo más alto de lo más visto de la plataforma. Pero las críticas hablan un idioma muy diferente.
Disney+ ya estrenó en su día una serie sobre este mismo tema titulada Dopesick: Historia de una adicción, pero a diferencia de Medicina letal, ésta fue muy bien acogida tanto por la crítica como por la audiencia. La serie de Netflix, en cambio, ha conseguido un 51% en Rotten Tomatoes por parte de la crítica y un 59% por parte de la audiencia, pero eso no ha quitado que consiga ser el contenido de Netflix más visto hoy día.
Medicina letal trata de la introducción del nuevo analgésico OxyContin, que también provoca una fuerte adicción y un efecto secundario en personas con dolor intenso. Mientras Richard Sackler (Matthew Broderick) impulsa el marketing de OxyContin con su familia multimillonaria, la abogada Edie Flowers (Uzo Aduba) quiere reunir pruebas contra la compañía farmacéutica.
Los fans lo han conseguido: Vuelve como una trilogía de películas la serie de fantasía que Netflix canceló sin piedadA pesar de la cruda realidad en la que se basa la serie y su éxito en Netflix, las críticas no respaldan tal éxito. Chase Hutchinson de Collider escribe:
Más que nada, Medicina letal se siente innecesariamente débil. Los personajes están casi todos representados superficialmente y hay una persistente falta de paciencia que condena a los actores al fracaso
También se suele criticar la puesta en escena sobreestilizada de la serie y el tono inapropiadamente humorístico, que supone que ignora el tema serie que trata. Aparentemente, Dopesick: Una historia de adicción parece que trata este tema mucho mejor que lo hace Netflix, además de que lo respalda dos premios Emmy: Mejor actor en miniserie y Mejor fotografía.