Si nunca has visto The Good Place, tengo que confesarte una cosa: Me das mucha envidia. Daría lo que fuera por poder experimentarla desde cero. Estrenada en 2016 como la nueva 'sitcom' de la cadena estadounidense NBC y con episodios de apenas 22 minutos de duración, en España tuvimos la suerte que Netflix se encargó de su distribución internacional. Y el boca-oreja hizo el resto: la comedia era rabiosamente divertida, original, inteligente y por el camino albergaba unos giros de guion inesperados capaces de cambiar nuestra perspectiva sobre la historia.
En el centro de The Good Place, además, encontrábamos dos caras de lo más conocidas: por un lado la de Kristen Bell, que se hizo muy famosa en los primeros 2000 por su papel protagonista en la serie Veronica Mars, y el veterano actor Ted Danson, inolvidable por su papel de bartender en Cheers y algunas míticas películas de los 80-90 como Tres hombres y un bebé, entre otras.
La serie es considerada una de las mejores comedias recientes, tiene una puntuación de un 97% en Rotten Tomatoes por parte de la crítica especializada y 4/5 merecidas estrellas según los lectores de SensaCine. Además, a lo largo de las cuatro temporadas que estuvo en antena, The Good Place fue nominada a 14 premios Emmy y dos Globos de Oro entre varias decenas de nominaciones y galardones, que principalmente elogiaron la calidad de la serie como comedia y el trabajo de Kristen Bell en el papel protagonista.
Lo que hizo que The Good Place fuese tan especial es que no era una sitcom al uso. Por un lado sí presenta elementos característicos de las comedias de situación, como la sucesión rápida e ininterrumpida de gags, o su accesibilidad en cualquier punto del episodio, pero al mismo tiempo se diferencia de ellas: no está filmada con varias cámaras al mismo tiempo en un estudio frente a una audiencia y, principalmente, es más ambiciosa a nivel conceptual.
El punto de partida de The Good Place, por poco habitual que parezca para una comedia, es una muerte: la de Eleanor Shellstrop (Kristen Bell), una mujer que vive echándole cara a la vida hasta que un día es atropellada. Tras su fallecimiento, Eleanor va a una especie de limbo en el que se valora su paso por la vida y se determina que debe ir al "Sitio Malo", una especie de infierno en el que permanecer por toda la eternidad. Sin embargo, un error le consigue un lugar en el "Sitio Bueno", un lugar que es todo lo contrario y que está diseñado para que sus habitantes vivan una eternidad absolutamente idílica. Convencida de que no debe estar allí pero dispuesta a cambiar y ser mejor persona para ganarse su plaza, Eleanor hace todo lo que está en su mano para evitar que Michael (Ted Danson), el sabio creador de este vecindario aparentemente paradisíaco, descubra la verdad sobre ella.
En The Good Place se le asigna un alma gemela, Chidi (William Jackson Harper), un profesor de filosofía moral que será clave en el aprendizaje de Eleanor, y también conoce a Jason y Tahani, otra pareja de almas gemelas en una situación parecida.
A medida que The Good Place avanza, la cosa solo mejora. No solo Eleanor y compañía viven diversas aventuras y situaciones hilarantes en el camino, sino que una de las mejores cualidades de la serie es que está llena de giros de guion y todo acaba resultando absolutamente inesperado para el espectador. Mientras, los responsables de la serie no se cortan a la hora de abordar teorías filosóficas y éticas de diversos autores y mezclarlas con todo tipo de referencias a la cultura pop. Una combinación inteligente y realmente resultona que nos regaló una de las mejores comedias recientes.
Si no la has visto, definitivamente es un MUST. No te arrepentirás.