Nunca se terminó de entender por qué en España se tradujo el "Kamehameha" como "Onda vital", pero una cosa sí está clara: es mucho más épico que su traducción literal, que sería "Gran Ola de la Devastación Tortuga". La técnica, que Goku aprendió a usar en el capítulo 8 del anime, le ha acompañado a lo largo de los años una y otra vez. Nació en las páginas del manga en su episodio 14, allá por 1985, y casi cuarenta años después no ha dejado de formar parte de la magia de la serie. Y lo más curioso es que originalmente ni siquiera iba a tener nombre.
Kame... y algo más
Akira Toriyama no paraba de darle vueltas a la bola de energía que lanzaba Son Goku, y decidió llamarla, simplemente, "kame" o dejarla sin nombre. Fue su esposa la que le dio la solución: "Kamehameha" no solo era sonoro, sino que además utilizaría el nombre de un antiguo rey hawaiano del siglo XVIII, Kamehameha I. Poco imaginaba el mangaka que tendría que dibujarlo (y verlo) cientos y cientos de veces.
Es una pieza tan clave de la cultura popular que el mismísimo Toyotaro, el autor de Dragon Ball Super, ha afirmado que es su técnica de lucha favorita de la serie en una entrevista reciente: "Ya sea el nombre, la pose o el hecho de que es un movimiento legado por el Maestro Roshi, no hay técnica que tenga la mínima posibilidad de superar al Kamehameha. Es una técnica ingeniosa. La manera en la que acumulas energía y después la liberas, el principio básico que puedes ver en el resto de técnicas. El Kamehameha lo empezó todo".
Incluso tiene una escena favorita. O bueno, dos: "Creo que la escena del Kamehameha contra Vegeta es tremendamente guay, pero el Kamehameha instantáneo contra Célula también es bastante guay". Vamos, que si por algún motivo odias la técnica, algo nos dice que vas a tener que verla un buen rato más a lo largo de los años porque no se va a ningún sitio.