Es una de las mejores series de la historia y su reciente incorporación al catálogo de Netflix le ha insuflado algo de vida 20 años después, funcionando como el principal reclamo para llegar a nuevas generaciones. Y es que, por mucho que hayan pasado dos décadas, Hermanos de sangre sigue siendo grandiosa y el resultado del buen hacer de todos los implicados está presente en cada fotograma. Su gran ambición y una precisión histórica con cada detalle cuidado al milímetro dieron sus frutos y la miniserie producida por Steven Spielberg y Tom Hanks es historia de la televisión.
Sin embargo, sacar adelante una producción tan ambiciosa no solo no era fácil, sino que requería, entre otras cosas, de una enorme entrega por parte de cada uno de sus implicados. Así, a los actores les fueron requerido sacrificios y esfuerzos de gran intensidad para meterse en la piel de la Easy Company, el regimiento de paracaidistas del ejército de los Estados Unidos destinado a Normandía durante la Segunda Guerra Mundial.
Todos los personajes de Hermanos de Sangre están basados en personas reales, así que, con el objetivo de obtener la mayor precisión posible, Spielberg decidió reciclar una táctica controvertida que ya había puesto en marcha con el elenco de la mítica película Salvar al soldado Ryan: organizar dos semanas de entrenamiento intensivo para su elenco principal con el objetivo de que los actores se pusieran en la piel de los integrantes de la Easy Company en la vida real.
Así, el equipo fue enviado a un campamento de entrenamiento en Hampshire, Inglaterra, bajo la dirección de un veterano de Vietnam. Durante un periodo de 10 días, el elenco tuvo que vivir la vida de los soldados de la Segunda Guerra Mundial, se les retiraron los teléfonos móviles y otros objetos modernos, se les vistió con los uniformes de entonces y se les exigió que se refiriesen unos a otros con los nombres de sus personajes.
"Estamos jodidos", dijo el actor Rick Gómez el primer día en un diario grabado sobre la serie. Allí dedicaron largas jornadas de 18 horas que comenzaban a las 6 de la mañana e incluían varios tipos de entrenamiento militar, mientras que, por las noches podían dormir dos horas seguidas de una de guardia, tal y como resume ScreenRant de acuerdo a un reportaje publicado por Telegraph en 2021. "Algunos chicos, la primera noche en el campo de entrenamiento, lloraron hasta quedarse dormidos", recordaba el actor Scott Grimes.
Afortunadamente, el brutal entrenamiento al que fueron sometidos dio sus frutos y cada uno de los actores de la Easy Company pudo brindar lo mejor de sí al tiempo que desarrollaron una relación y sintonía especial que claramente luego logró traspasar la pantalla. Fue duro, pero Spielberg, una vez más, sabía lo que hacía.