Hace más de cuatro años que nos despedimos para siempre de Juego de Tronos, pero, por mucho tiempo que pase y por muchas series que se estrenen, nadie le arrebatará nunca su condición de fenómeno a la serie de HBO. De hecho, la popularidad de la adaptación de la saga literaria de George R.R. Martin fue tan grande que la compañía tiene claro que quiere seguir expandiendo el universo de fantasía: un ambicioso proyecto a corto, medio y largo plazo que ya nos ha brindado una primera precuela, La casa del dragón.
Podríamos decir que la experiencia de Juego de Tronos al completo puede ser considerado un evento televisivo en su totalidad y algunos de sus momentos más impactantes serán recordados siempre: desde la muerte de Ned Stark hasta la Batalla contra los Caminantes Blancos, pasando, ¿cómo no?, por la Boda Roja, la explosión del Septo de Baelor o la muerte de Jon Nieve.
Y precisamente la muerte de Jon Nieve brindó a Kit Harington uno de los momentos más inolvidables de su carrera cuando se convirtió en el protagonista de uno de los más grandes 'cliffhangers' de toda la serie: Cuando su personaje fue apuñalado hasta la muerte por algunos des sus compañeros de la Guardia de la Noche en el final de la quinta temporada y tuvo que mantener el secreto de que seguiría con vida durante todo un año a partir de entonces.
Por supuesto, Harington estaba obligado a mantener el secreto de los 'showrunners' David Benioff y D.B. Weiss respecto al futuro de su personaje y para ello no solo tuvo que mentir una y otra vez al público y prensa, sino también a sus propios compañeros en la serie y amigos, que no sabrían hasta más adelante que el personaje iba a resucitar.
Según le dijo Harington a Jimmy Fallon en The Tonight Show en 2016, coincidiendo con la gran revelación, se le dieron instrucciones muy claras de no compartir la información con nadie, pero no las cumplió. En su entorno más íntimo, varias personas sabían que el personaje sería resucitado al principio de la temporada: sus padres, por supuesto, y su novia, la actriz Rose Leslie.
Sin embargo, Kit Harington confesó al presentador que había alguien más que lo sabía: un policía. Concretamente un policía que le evitó acabar en comisaría por conducir por encima del límite de velocidad.
La anécdota tuvo lugar mientras iba a la casa de sus padres, cuando un agente de policía le dio el alto al actor por excederse en el límite de velocidad. El policía, de muy buen humor, le dio dos opciones: o ir a la comisaría y ponerle una multa, o revelar si Jon Nieve estaría vivo o muerto en la sexta temporada. Todo dependería de la respuesta de Harington. Así que el actor eligió lo más obvio: le dijo al policía que Jon Nieve sobreviviría.
El final de la historia es lo mejor: "Adelante, Lord Comandante", le dijo el agente. "Mantenga la velocidad baja en el extremo sur del Muro".