Diecisiete años y un 'remake' después, Embrujadas sigue siendo una de las series más recordadas por toda una generación y sus reposiciones en la TDT, en concreto de la mano del canal Paramount, son una buena prueba de que siguen teniendo su público. El poder de tres de las hermanas Prue, Piper y Phoebe -y posteriormente Paige- Halliwell cautivó a la audiencia con el estreno de la serie a finales de los 90 y, aunque su recta final fue objeto de cierto declive, lo cierto es que la ficción creada por Constance M. Burge para la entonces llamada WB -ahora CW- es una parte importante de la historia de la televisión.
De hecho, no deja de ser curioso que una de las mayores pruebas de las innegable pasión que levantó Embrujadas desde el primer día sobre su público fuese precisamente su primera gran crisis: la salida del reparto de una de sus actrices principales, Shannen Doherty, la también ex de Sensación de vivir que interpretaba a la mayor de las hermanas Halliweel, Prue.
Nunca hemos sabido a ciencia cierta qué paso entre bambalinas para que Shannen Doherty abandonase Embrujadas en la tercera temporada, justo cuando la serie estaba en la cima de su éxito. A lo largo de los años se ha hablado de despido, de un tenso enfrentamiento con Alyssa Milano que hizo imposible que ambas siguieran trabajando juntas, de un ultimátum por parte de esta última que acabó a su favor y de que fue la propia Doherty quien decidió, dicho por ella misma, que acabó harta del ambiente tóxico que había en el set.
La salida de una de sus actrices protagonistas fue un terremoto para la serie, pero la realidad es que Embrujadas salió de lo más airosa con el fichaje de Rose McGowan, quien con el paso del tiempo tampoco hablaría muy bien de su experiencia en la serie pero que en su día fue genial recibida como Paige, una cuarta hermana Halliwell que permitió que el Poder de Tres continuase tras la trágica muerte de Prue.
Así, lo que podría haber terminado con la serie sirvió para inyectar sangre nueva y revitalizar la serie, con Paige convirtiéndose en una de las grandes favoritas.
Sin embargo, aunque a menudo hablamos de la salida de Shannen Doherty, lo cierto es que la serie experimentó otras importantes salidas a las que en su momento no prestamos tanta atención, pero que también fueron notables. No obstante, se produjeron casi de la noche a la mañana y como poco "bombo" puesto que estaban relacionadas con la falta de presupuesto.
Aunque Embrujadas había sido una serie de lo más exitosa, en su recta final estuvo a punto de no renovar. Según contó su entonces 'showrunner' Brad Kern, el final de la séptima temporada tuvo que escribirse de forma ambigua, para que sirviese tanto de final de temporada como de final definitivo de la serie, aunque finalmente tuvieron la oportunidad de renovar por una última entrega. No obstante, los problemas presupuestarios hicieron imposible que pudieran contar con Doherty en el episodio final aunque solo fuera como una fotografía y que uno de sus personajes principales, Brian Krause, el encargado de encarnar al Luz Blanca de las Halliwell, Leo, solo apareciese en un puñado de episodios.
No podíamos darnos el lujo de tenerlo en los 22 episodios por lo que el personaje de Brian quedó congelado en el episodio 10
Así lo contaría el 'showrunner' en una entrevista con TVLine en 2016 en la que se revelaron algunos detalles sobre la abrupta temporada final en la que contaron con varios cientos de miles de dólares menos por cada uno de sus episodios. Brian Krause se justificó argumentalmente y el actor accedió a regresar para el final: "El acto de fe para mí fue tener la esperanza más allá de toda esperanza de convencerlo de que regresara para el final de la serie. No tenía ninguna obligación de hacerlo. Confié en el hecho de que él era verdaderamente un gran tipo, leal al público, y así fue".
Además de la ausencia de Leo, la octava temporada de Embrujadas tuvo que prescindir del Detective Darryl Morris, encarnado por Dorian Gregory, por la misma razón: falta de presupuesto.
A pesar de ser un secundario habitual, Morris se fue al final de la penúltima temporada después de que las hermanas Halliwell fingieran sus muertes y su salida se justificó bajo la trama de que su esposa, Shelia, quería que dejara de ayudar a las Halliwell y mudarse a Nueva York para llevar una vida más relajada.
Dos importantes ausencias de las que poco se habla, pero que empañaron de tristeza la recta final de la serie.
