Pocas series se resisten tanto a la muerte como Futurama: estrenada en 1999 por un Matt Groening que quería demostrar que era algo más que Los Simpson, las aventuras de Fry, Bender y Leela se convirtieron en un exitazo desde el primer momento... hasta que, en su cuarta temporada, Fox decidió darla por terminada con uno de los mejores finales de la historia. Después, en 2007, volvió en forma de cuatro películas especiales. Una vez más fue resucitada por Comedy Central en dos temporadas más (que acabaron, de nuevo, por todo lo alto). Ahora es Hulu la que vuelve a probar suerte. Algo está claro: si hay que apostar por un retorno inesperado, apostad por Futurama.
Por un apestoso milenio
Los primeros años de Futurama, con la serie funcionando a pleno rendimiento, eran un bullir de fans buscando todos los detalles y los misterios de la misma. No eran pocos, desde un alfabeto del que se daban muy pocas pistas y con el que se podían descubrir mensajes ocultos hasta la aparición continua del número 1729 o la presencia de los padres de Leela como personajes de fondo antes de desvelarse como tales. Pero si hay un misterio que solo los fans descubrieron fue el de la sombra de Mordisquitos en el primer episodio.
Normalmente, las series de televisión tienden a introducir detalles ocultos en los flashbacks para que creamos que todo estaba pensado desde el principio, pero en el caso de Futurama es cierto: cuando Fry cae hacia atrás y se congela el 31 de diciembre de 1999, durante un plano se ve una sombra irreconocible. Durante años no supimos quién era hasta que en el episodio 4 apareció por primera vez y las dudas empezaron a hacerse más y más complejas: ¿Quizá fue un error de la serie del que los propios creadores se habían olvidado?
Por supuesto que no. En el episodio 10 de la temporada 4, El porqué de Fry, descubrimos que Mordisquitos le empujó porque su raza se dio cuenta que era El Elegido que podía acabar con la invasión de cerebros. Una manera perfecta de atar una serie mientras vuela la cabeza a fans y no fans con viajes en el tiempo imposibles, paradojas y universos alternativos, todo ello en solo 22 minutos. Una absoluta obra maestra.