Hace tiempo que Dos hombres y medio se despidió de los espectadores para siempre, pero, durante las 12 temporadas y más de una década que estuvo emitiéndose, la serie desarrollada por Chuck Lorre fue uno de los pilares de ficción de la cadena estadounidense CBS durante años, cosechando 'shares' en torno a los diez millones de espectadores durante la mayoría de su recorrido. Es por ello que cuando su principal estrella, Charlie Sheen, fue despedido a consecuencia de su comportamiento, la serie decidió seguir adelante con un nuevo protagonista al frente: Ashton Kutcher.
De los tres miembros principales del elenco de Dos hombres y medio, dos se vieron rodeados de polémica y acabaron dedicando terribles adjetivos a la serie con la que se embolsaron millones de dólares durante años: Charlie Sheen, por supuesto, era uno de ellos, mientras que el segundo fue el joven Angus T. Jones, a quien vimos crecer en pantalla como el sobrino del personaje de Sheen, Jake Harper.
Así ha cambiado Angus T. Jones, el inolvidable (y ahora irreconocible) niño de 'Dos hombres y medio' que dejó Hollywood para centrarse en su fe en DiosSin embargo, Angus T. Jones y Charlie Sheen no fueron los únicos que en su día protagonizaron experiencias desagradables con la serie: una de las actrices de la serie, Melanie Lynskey, que interpretaba a Rose, lo pasó mal a la hora de marcharse de la serie, puesto que su contrato le impedía buscar oportunidades en otros sitios y el equipo de la ficción trató de mantenerla como parte del elenco con malas condiciones laborales.
Vaya por delante que las circunstancias laborales de Lynskey y los dos protagonistas de la serie eran muy diferentes: mientras ellos cobraban millonadas al mismo tiempo que despreciaban su serie en voz alta, ella descubrió al poco de fichar por la serie que no contrato era lo peor: según el SAG (Sindicato de actores de América), percibía la cantidad más baja posible por su contrato, a diferencia de sus compañeros de reparto masculinos.
Así se lo contaría a Vulture en 2022: "Era la primera temporada de pilotos en la que podía participar porque acababa de obtener mi tarjeta de residencia. No tenía dinero. Estaba en una agencia que no parecía muy entusiasmada conmigo", recuerda la neozelandesa. "Me eligieron como estrella invitada en Dos hombres y medio y pensé: 'Haz una comedia, parece divertido'. Cuando retomaron la serie, me pidieron que fuera regular. [...] Era agradable recibir un sueldo. No era enorme; literalmente, era lo mínimo que podían pagarme, según el SAG".
Hice una temporada y pensé: 'Esto no es para mí' Fue muy difícil saber que la mayor parte de mi año iba a ser esto
Según Lynskey, su contrato acabó convirtiéndose en una celda: "No estuve en todos los episodios, pero no pude hacer ningún otro trabajo. Al final de la primera temporada, tuve una conversación con Chuck Lorre donde le dije que quería irme". Sin embargo, él la convenció con una promesa que cumpliría, sí, pero de una forma muy diferente a lo que ella había pensado: "La serie había sido un gran éxito y él simplemente dijo: 'Por favor, no lo hagas. Tienes esta trama y esta otra trama en la próxima temporada'. Realmente se le veía emocionado. Lo que sucedió en la siguiente temporada es que todas las historias sucedieron en un episodio".
Mientras, Lynskey se daba cuenta de que, debido a su contrato, tenía que dejar la oportunidad de optar a papeles que eran lo que realmente necesitaba y quería hacer. Así que, tras la segunda temporada, dio un paso al frente:
Dije que necesitaba poder hacer otras cosas. Y realmente trataron de disuadirme de hacerlo
"Finalmente llegamos a un acuerdo por el que podía ir y venir", recordaba aliviada. "Un par de personas dijeron: 'Podrías ser millonaria. Estamos entrando en la tercera temporada y ese es el momento en que puedes pedir un aumento'. Pero no me importó". En aquel momento Lynskey empezó a hacer otras cosas y sintió que había hecho lo correcto.
Gracias a sus nuevas condiciones, el papel de Rose se fue reduciendo gradualmente hasta que solo se la pudo ver en aproximadamente un episodio por temporada y Lynskey finalmente le dio la espalda a la serie en 2015. "Después de Dos hombres y medio, todavía me enviaban a muchas cosas de televisión. Fue confuso para mí. Trabajé muy duro para rescindir mi contrato y ahora estás tratando de ponerme en una serie peor", lamentó sobre su agencia de entonces. Afortunadamente su amiga Emily Deschanel la ayudó a conseguir uno mejor.
Ahora, Lynskey vive una etapa profesional repleta de éxitos en televisión y no tiene ninguna queja. Es una de las protagonistas de la exitosa Yellowjackets, participó en dos episodios de The Last of Us y fue uno de los personajes principales en la serie 'true crime' Candy.