Quizá las generaciones más jóvenes no lo recuerden pero, tanto si creciste en los 90 como si ya eras un adulto por aquel entonces, estamos tenemos la absoluta certeza de que recuerdas el programa Sorpresa, sorpresa, un espacio emitido por Antena 3 entre 1996 y 1999 -aunque volvió brevemente en 2007 ya con menor éxito- que reunía a millones de decenas de españoles frente al televisor. El programa era conducido por una cara que tampoco habrás olvidado, pero que hace tiempo que dejó de ser una de las comunicadoras más famosas del país, Isabel Gemio.
Aunque Gemio fue sustituida por Concha Velasco en la última etapa del programa en el año 2009 -de hecho, ella era la presentadora cuando surgió el famoso rumor sobre Ricky Martin, el perro y la mermelada-, la presentadora que siempre se nos viene a la cabeza al pensar en Sorpresa, sorpresa es definitivamente la periodista, que lo condujo en sus primeros años acompañada de Rody Aragón.
Isabel Gemio, también una popular voz radiofónica que no hacía mucho que había empezado a recibir algunas ofertas en televisión, venía de presentar el programa que la había convertido en una de las caras más conocidas del país: Lo que necesitas es amor, un espacio que presentó con gran éxito entre 1993 y 1994 dedicado a la unión o reconciliación de parejas. En Sorpresa, sorpresa, la presentadora consolidó su éxito. En el programa, uno de los espacios televisivos de más éxito de la historia de la televisión en España, Gemio acompañaba a los participantes en su intento por dar una enorme sorpresa a un allegado o familiar. En ocasiones eran reencuentros familiares inesperados y en otras se producía la visita de famosos a los que admiraban, produciéndose momentos emotivos y emocionantes en plató que, teniendo en cuenta que el programa alcanzaba cuotas de pantalla del 40%, está claro que a los españoles nos encantaba ver.
Sorpresa, sorpresa no fue el último programa de éxito de Gemio, pero probablemente sí el punto más álgido de su carrera. De hecho, en el año 2002 volvería a presentar un formato similar, Hay una carta para ti, que también tuvo mucho éxito. Antes, la presentadora había conducido el magazine matinal De buena mañana. Su etapa televisiva pasó a un segundo plano en 2004, cuando Isabel Gemio comenzó como presentadora del programa de radio Te doy mi palabra de Onda Cero, que condujo hasta 2017. Aunque en 2018 volvió brevemente para un programa de entrevistas en TVE, Retratos con alma, y algunas colaboraciones, en 2022 anunció oficialmente su retirada.
"Pedí cambios de horarios y finalmente ha sido Onda Cero la que ha decidido no renovar mi contrato", contó Isabel Gemio en una visita a El Hormiguero de Pablo Motos sobre su salida de Te doy mu palabra. "Tengo unas circunstancias familiares que son las que son. Levantarse a las cinco de la mañana los fines de semana no me permite conciliar mi vida familiar". Las circunstancias familiares a las que se refiere la presentadora tienen que ver con su hijo Gustavo, de ahora 26 años, que padece distrofia muscular de Duchenne.
En el año 2008 Gemio puso en funcionamiento la Fundación Isabel Gemio, que promueve la investigación científica de Distrofias Musculares y otras Enfermedades Raras, y son sus labores solidarias a lo que dedica la mayor parte de su tiempo, tal y como se puede ver en su habitual actividad en redes sociales.
No obstante, la presentadora también probó suerte en otros escenarios del entretenimiento y condujo su propio programa de entrevistas en su cuenta de YouTube, Charlas con alma, que adquirió una enorme notoriedad a raíz de una polémica: un tenso enfrentamiento protagonizado junto a María Teresa Campos, a la que entrevistaba, que la llamó "cerda" por haber hablado de su edad.
"A lo mejor es la radio y la televisión la que me ha dejado a mí, pero yo tampoco me ocupo de buscar, de producir, me da pereza. He trabajado 40 años, he trabajado en condiciones maravillosas, si no son en según que condiciones, no echo de menos nada, estar por estar debajo del foco no", admitía en primavera de 2022 en declaraciones a Europa Press. "La radio a veces la echo de menos. A mí me gusta mi profesión, mi oficio, me encanta. [...] Estoy centrada en vivir, porque la vida pasa muy rápidamente y he trabajado 40 años, para mí eso es el éxito, poder vivir dignamente de lo que te gusta. He tenido esa suerte y ese privilegio, no me puedo quejar. Solo mirar hacia atrás con gratitud y alegría", aseguraba no sin cierta nostalgia pero con gran convicción.