No hace mucho que la veíamos como uno de los personajes secundarios de Cómo conocí a tu padre y ya tiene un par de largometrajes en marcha, pero lo cierto es que Leighton Meester todavía no ha obtenido un papel que nos haga recordarla como otro personaje que no sea el de la mítica Blair Waldorf, la joven socialité de la alta sociedad neoyorquina que era una de las figuras principales de la exitosa serie Gossip Girl. La original, no el 'reboot' reciente que se canceló tras dos temporadas en HBO Max.
Leighton Meester era, junto a Blake Lively, la estrella indiscutible de la famosa serie de CW. Sus personajes, las jóvenes adineradas y ambiciosas Blair Waldorf y Serena Van der Woodsen, eran las personas favoritas de la otra gran protagonista de la historia: la Reina Cotilla, un misterioso blog que parecía tener acceso a los detalles más recónditos de sus vidas y exponía sus relaciones y trapos sucios ante el resto de la sociedad. Junto a ellas, Ed Westwick (Chuck), Penn Badgley (Dan) y Chace Crawford (Nate), entre otros, conformaban el reparto de jóvenes estrellas que siguen presente en las cabezas de los jóvenes y ya no tan jóvenes que siguieron la serie durante seis temporadas sin dejar de especular quién se encontraría detrás de la misteriosa publicación.
Al igual que la mayoría de sus coprotagonistas, cuando Leighton Meester fichó por Gossip Girl aún se trataba de una cara bastante desconocida. La actriz había comenzado hacía pocos años con sus primeros papeles en la pequeña pantalla. Su primer trabajo había sido un episódico en la longeva Ley y orden, al que le siguieron otros pequeños trabajos en series más y menos populares como Numbers, 24, Veronica Mars o CSI: Miami y las primeras experiencias en el cine. Sin embargo, sería su papel de Blair Waldorf el que la hizo crecer como actriz.
Durante las seis temporadas de la serie, Meester compatibilizó su trabajo en la serie con varias películas, con varias campañas publicitarias y con sus primeras incursiones en el mundo de la música. Tras el final de Gossip Girl en 2012, la actriz siguió vinculada al mundo de la interpretación, pero ninguno de sus trabajos ha alcanzado tanta notoriedad como la inolvidable ficción juvenil. Entre 2018 y 2020 Meester fue una de las protagonistas de la comedia Single Parents y durante los últimos años, además de otros papeles como la película de Netflix Fin de semana en Croacia, ha seguido explorando su faceta musical y ha lanzado varios trabajos.
Respecto a lo personal, Leighton Meester está casada con el también actor Adam Brody desde 2014 y tienen dos hijos juntos, pero su vida familiar fue bastante dura en el pasado, aunque ella siempre ha sostenido que no fue para tanto. Meester, que ahora tiene 37 años, nació en 1986 en Texas, cuando sus padres estaban cumpliendo una pena de cárcel por su participación en una red de narcotráfico. Su madre pudo dar a luz en el hospital y durante tres meses pudo hacerse cargo del bebé en un centro, pero a continuación la actriz se quedó a cargo de sus abuelos, junto a quienes pasó parte de su infancia. Sin embargo, la actriz siempre ha asegurado que su infancia fue feliz. "Mi familia tiene una historia loca. Probablemente la más loca que he oído jamás", admitió en declaraciones a Marie Claire en 2012. "Ahora miro hacia atrás y lo veo bajo una luz agradable. No fue fácil, pero jugué al aire libre, fui a la playa. Fueron momentos felices y divertidos". "Mi madre pasó por mucho antes de que yo naciera, no puedo juzgarla por eso", aclaró. "Mis padres son buenas personas.
Cuando su madre salió de la cárcel sus padres se divorciaron y ellos se mudaron a Nueva York, donde Meester comenzaría a hacer sus primeros trabajos como modelo y rodó algunos anuncios y después se mudaron a Los Angeles. Cuando le comenzó a ir bien, la actriz se convirtió en el motor económico de la familia, pero eso acabaría destrozándolo todo.
Gracias a su éxito en Gossip Girl y su incursión en el mundo de la música, Leighton Meester podía permitirse enviar dinero a su madre. Según parece, 7.500 dólares mensuales destinados afrontar los gastos médicos de su hermano pequeño, Alexander, que tenía importantes problemas de salud. Sin embargo, en 2011 la actriz decidió "cerrarle el grifo": se había enterado de su madre se había estado gastando el dinero en cirugía estética y diversos tratamientos de belleza como botox o extensiones del pelo. Constance, su madre, amenazó con demandar a la actriz por abuso, así que la demanda la interpuso ella. Posteriormente, Constance cumplió su amenaza y contrademandó acusándola de no haber cumplido el contrato verbal por el que su hija le habría prometido 10.000 dólares al mes y también arremetió contra ella porque, a su criterio, Leighton Meester era famosa a consecuencia de que ella hubiera aceptado "sacrificar su propia felicidad" mudándose.
La demanda de la madre de Leighton Meester por daños y perjuicios no salió adelante, mientras que la actriz ganó la suya. Además, la intérprete había pedido la custodia de su hermano, pero nunca se llegó a saber en qué había quedado aquello, aunque que en 2014 el pequeño seguía a cargo de su madre. Según Constance le dijo a InTouch aquel año, después de que Meester dejase de pasarle dinero su situación era realmente precaria financieramente: "Sólo me quedan 26 dólares. Si no sucede algo pronto, nos quedaremos sin hogar".
Diez años más tarde, la situación familiar de Leighton Meester respecto a su madre y su hermano se desconoce, aunque se cree que podrían haber enterrado el hacha de guerra.