Durante un tiempo, Charlie Sheen fue la cara bonita de la comedia estadounidense. Después de triunfar con Hot Shots! y su secuela, firmó por una de las 'sitcoms' más recordadas: Dos hombres y medio. Llegó a ser el intérprete mejor pagado de la pequeña pantalla al alcanzar los 1,8 millones de dólares de salario por episodio. Lo tenía todo y se lo cargó él solito.
En una reciente entrevista con Deadline, Sheen se ha sincerado acerca de su época más oscura. El actor no ha tenido ningún reparo en confesar que echó por tierra una serie en la que estaba a gusto y por la que cobraba una buena cantidad de dinero.
"No sé por qué no pude mantener eso. Cada vez que habían elementos externos que contaminaban lo principal, buscaba a quién culpar. Y eso no es justo. No es justo para Chuck. No es justo para el programa. Pasé por dos divorcios y tuve cuatro hijos durante ese programa. Había muchas cosas en mi vida personal que me distraían un poco. Pero tienes que dejar esas cosas en la puerta del set, ¿verdad? Es difícil, pero hay que aparcarlo", asegura el actor en la charla con el medio.
Sheen es consciente de que estaba metido en el hoyo y llega a afirmar que la muerte de Matthew Perry la vivió muy de cerca.
Fácilmente podrías estar leyendo sobre mí en su lugar. Fue muy triste cuando pasó. Acababa de leer su libro hacía dos semanas y lo leí en un día. Estuve enganchado al instante y dije: esto es todo lo que quiero hacer hoy
"Puedo identificarme en gran parte con él porque lo estaba reviviendo con él. Mucho esfuerzo, mucha obsesión. Mucho de ello me habló a mí y le conocía un poco en el mundo real, era encantador. Inteligente y divertido. Desearía haberle conocido mejor", continúa en la entrevista.
Ahora Sheen se ha rehabilitado y está dispuesto a ser un ejemplo de profesionalidad en el set. Ha hecho las paces con Chuck Lorre después de haber acabado su último proyecto juntos con una indemnización. Actor y creador se han unido para sacar adelante Bookie, una comedia que sigue a un veterano corredor de apuestas que trata de encontrar su propio camino después de conocer que las apuestas deportivas están a punto de ilegalizarse. Su trabajo era lo poco que le parecía ir bien, ya que su estilo de vida es complicado.
"De eso trataba Bookie, de hacer una audición para rendir cuentas, la responsabilidad y la profesionalidad. Siempre era el primero en llegar y el último en salir. Quiero volver a ser ese tipo. Estaba allí para demostrar que haría lo que me pidieran y que lo haría de la manera para la que había sido programado durante mucho tiempo. Fue realmente refrescante reactivar esos grupos de músculos", asegura a Deadline.