Balenciaga no salía a saludar después de sus desfiles, intentaba huir de las fiestas y su trato con la prensa era escaso. Hay pocos retratos suyos y llegó a circular el rumor de que no existía realmente, sino que era una invención. Su trabajo, sin embargo, es inmortal. Te guste o no el mundo de la moda, seguro que conoces su nombre. El diseñador es uno de los grandes referentes de la alta costura española y sus modelos son reconocidos en todo el mundo, pero también es una de las figuras más misteriosas de la industria.
"Cristóbal Balenciaga es un icono local que traspasó fronteras. Un símbolo de talento y técnica. Y este es nuestro compromiso: producir historias únicas, con la impronta de nuestros mejores creadores y productores, capaces de hablar a espectadores de todo el mundo", declaraba Sofía Fábregas, vicepresidenta de producción original para Disney+ en España en el momento de anunciar que estaban preparando una serie centrada en el creador.
Balenciaga era único y ahora llega el momento de comprobar si la serie de Disney+ está a la altura de su legado. Sus 6 episodios ya están disponibles en la plataforma y, para acompañar la experiencia, podemos disfrutar de la exposición Cristóbal Balenciaga, una muestra del vestuario y material inédito de la serie que se puede visitar en el Real Jardín Botánico hasta el 31 de enero. La entrada va incluida en el ticket general.
Siempre era un poco avanzado a su tiempo, haciendo diseños que en ese momento otros diseñadores no habían hecho. Cuando tú ves a Balenciaga piensas que es un hombre muy conservador, pero ha sido un creador único. Muy avanzado a su tiempo, muy moderno
Bina Daigeler ha sido la directora de vestuario de la ficción y artífice de las réplicas artesanales de los trajes expuestos en la exposición. Su trabajo no se ha limitado a copiar los modelos del diseñador, sino que ha sido una minuciosa tarea de investigación histórica, búsqueda de materiales y sensibilidad con las emociones de la serie que se ha alargado durante meses. En Balenciaga el vestuario es un personaje principal y, por tanto, todo tenía que estar cuidado al detalle.
"Hemos tenido un taller con grandes profesionales que han estudiado a Balenciaga y han hecho prototipo tras prototipo para que podamos averiguar, por ejemplo, cómo hacer ese abrigo, que nos costó muchísimo", cuenta Daigeler en una entrevista con SensaCine mientras señala la prenda que aparece en la imagen, "Ha sido un trabajo realmente de investigación y de averiguar cómo recrearlo, pero fue todo muy fluido. Empezamos en enero y, a veces, nos hemos dejado llevar. Yo me dejo llevar para que haya una armonía en el proceso y que todos podamos disfrutar".
Emular las creaciones de Balenciaga no es sencillo, en absoluto. Como define Fábregas, "fue un autor muy carismático, con una obra muy innovadora, relevante y referencial en el mundo. Era una persona que tenía todo controlado, era un trabajador nato". Nadie pensaba como él y, como cuenta Daigeler, aún conociendo sus diseños y teniendo sus patrones han tenido que invertir mucho tiempo en descubrir la estructura de los vestidos y las prendas. En otras palabras: su tarea ha sido destapar la magia de Balenciaga.
En ese proceso se han encontrado varios retos. En primer lugar, dar con los patrones, que permanecen archivados y es difícil dar con ellos. En segundo, encontrar telas lo más parecidas a las originales que pudieran. La tela en este trabajo lo es todo. Determina su vuelo, el modo en el que cae en el cuerpo de la modelo, la ligereza... "Eso es importante para poder recrear los vestidos y conseguir la caída que tienen y todos los detalles", cuenta la directora de vestuario. A veces han obtenido el material original, pero en otras ocasiones han tenido que ingeniárselas. Por ejemplo, juntando dos telas para dar con el peso necesario.
Otro reto ha sido imitar el proceso de creación de Balenciaga. El creador era muy exhaustivo y no pasaba por alto ningún detalle, lo que ha requerido todo el esfuerzo de las patronistas de la serie. Por ejemplo, han elaborado los bordados a mano -en el vestido que se puede ver a la izquierda- y han cosido, uno a uno, todos los trozos de tela necesarios para crear un vestido tan especial como el que se ve en la segunda imagen.
Es un proceso muy laborioso. Se hizo como lo habían hecho ellos en el taller, a mano y con mucha tranquilidad y destreza
Ese encanto que transmitía Balenciaga está a lo largo de toda la exposición, la cual se limita a los años 30, 40 y 50, que son las décadas representadas en la serie de Disney+. Sirve, por tanto, para conocer el desarrollo del creador y cómo su estilo evolucionó desde sus primeros años en París, escapando de la España de Franco, hasta la alegría de los 50 y pasando por la dura etapa de la invasión nazi entre medias.
"En la serie se va viendo cómo Balenciaga desarrolla su personalidad y estilo propio. Cómo llega a París y choca con la moda que había allí y tiene que encontrar su estilo. Al final vuelve a sus raíces, que son España. Investiga la tradición de los vestidos españoles", nos dice Pepo Ruiz Dorado, otro de los encargados del vestuario de la ficción.
"Gran parte de nuestro trabajo consistía en elegir qué modelos eran los que mejor expresan el tiempo y, sobre todo, la emoción de los episodios. Nuestro trabajo está enfocado al guion y al gusto de los directores. No es solamente recrear un vestido, sino pensar en cuál corresponde mejor a esa época", añade Daigeler.
Una breve mirada al trabajo de un genio para completar el visionado de Cristóbal Balenciaga, serie que ya está completa en Disney+.