La respuesta a la pregunta "¿Cuántas bolas de dragón hay?" parece sencilla: siete. Pero realmente no lo es tanto. Y es que a lo largo de las distintas iteraciones de la saga, el sencillo argumento que planteaba Toriyama (hay siete bolas escondidas por el mundo que al juntarlas hacen salir a un dragón que concede deseos) se ha ido liando cada vez más hasta el punto en el que, actualmente, hay treinta bolas esparcidas a lo largo del mundo.
A buscarlas con ahínco
Todo empezó con el primer episodio de Dragon Ball: Bulma estaba en la búsqueda de las siete míticas bolas de dragón. Originalmente, Toriyama se planteó que hubiera ocho, pero es el mismo número de bolas mágicas que hay en la novela clásica japonesa Hakken-Den, y hubiera odiado que fuera el mismo número, así que lo cambió a siete. Y durante la primera etapa de la saga, las aventuras se iban sucediendo mientras Goku y compañía trataban de encontrar las bolas mágicas e invocar al dragón Shenron para que les concediera un deseo.
Pero en Namek, metidos en plena saga de Freezer, la cosa cambia: las siete bolas de aquel planeta son más grandes y de ellas sale Porunga, un dragón capaz de conceder tres deseos que, en lugar de tener que esperar un año entero para volver a aparecer, le basta con 130 días. Llevamos 14 bolas, a las que hay sumar las que tienen el tamaño de un planeta y nos presentaron en Dragon Ball Super, de las que los namekianos crearon las suyas propias quitando unos trocitos pequeños de las mismas.
Aunque en la actualidad no hemos llegado a Dragon Ball GT, sí sabemos que las bolas de la estrella negra tienen que estar vagando por algún sitio (o, más bien, en la Atalaya del Cielo). Se supone que estas bolas son más poderosas que las de Namek y las de la Tierra, y de ellas sale Ultimate Shenron, un dragón rojo y con más fuerza que, después de conceder un deseo, se esparce a lo largo del universo. Llevamos 28. Nos faltan dos.
Que son las del Planeta Cereal, que vimos también en Super y que son muchísimo más pequeñas que las del planeta Tierra. El dragón que invocan se llama Toronbo y, como curiosidad diferencial, solo son dos. Ahí las tenemos: 30 bolas, al menos de momento, esparcidas a lo largo del universo, dispuestas a ser encontradas. Y pensar que todo empezó con un adorno del sombrero de Goku...