Una empresa familiar de galletas se enfrenta a un inevitable cambio social que podría acabar con su legado: la gente ya no quiere consumir azúcar. Ante este panorama, la alta esfera ejecutiva tiene que afrontar su futuro para salvar la empresa. Una premisa más o menos normal, ¿no? Lo que pasa es que esa alta esfera está compuesta por hijos, hermanos y maridos que no consiguen ponerse de acuerdo. Aquí es donde empieza realmente Galgos, la nueva serie de Movistar Plus+ a la que llegarás pensando que es la Succession española y te darás cuenta de que es completamente diferente.
"Los espectadores que vean los dos primeros episodios van a decir 'me están presentando a los personajes', pero cuando le den un poco más de recorrido verá esa naturaleza ibérica muy alejada del modelo anglosajón", cuenta en una entrevista a SensaCine Félix Viscarret, uno de los directores y artífices de la serie que se estrena en la plataforma este jueves 18 de enero. Hay estrategias, traiciones y alianzas, pero con puro sabor español. Y lo más importante: en lugar de Logan Roy, tenemos a Carmina, la magnífica matriarca interpretada por Adriana Ozores.
"Una clave de la serie para mí, y que es uno de los puntos más atractivos de la propuesta -también lo hablé mucho con Nely Reguera la otra directora]- es que nos parecía importante que los personajes fueran desvelándose a medida que crece la serie", señala Viscarret.
El personaje de Adriana Ozores se va enriqueciendo con cosas de sí misma que a lo mejor no eran las que habías previsto o que no pertenecen a la idea preconcebida que tenías
La semilla que dio lugar al proyecto viene de una situación muy peculiar en el entramado familiar español: solo 7 de cada 100 empresas familiares llegan a la tercera generación en nuestro país -y un 2,6% prolonga su actividad hasta la cuarta-. Dos de las guionistas que han desarrollado la producción -junto a Francisco Kosterlitz y Pablo Remón-, Clara Roquet y Lucía Carballal, se preguntaron qué pasaría si, además, el producto con el que trabaja esa empresa sea algo que ellos mismos nunca consumirían. "A este tipo de familias las hemos visto salir en la prensa del corazón y en la prensa económica. Lo mismo les ves en Expansión que en el Hola", dice Viscarret, "hoy mismo me salía una noticia relacionada con una empresa de galletas y pensaba qué divertido es cuando la realidad imita la ficción".
Cuando llegaste al proyecto, los guiones ya estaban en desarrollo, pero, ¿cuál fue la semilla para crear Galgos?
Hablando con Clara Roquet y Lucía Carballal, dos de las guionistas originales, me comentaban el elemento de la ironía. Ellas querían hacer el retrato de una empresa familiar que fuese muy ibérica, que tuviera la idiosincrasia de ese tipo de familias cuyo abuelo empezó un emporio, la segunda generación lo continuó y ahora los nietos tienen la crisis de la tercera generación. Recuerdo hablar de los mótivos por los que una empresa familiar nunca sobrevive a la tercera generación en España. En la génesis del proyecto se plantearon: ¿y a qué se dedica esta familia? Porque a este tipo de familias las hemos visto salir en la prensa del corazón y en la prensa económica. Lo mismo les ves en Expansión que en el Hola.
En la génesis del proyecto las guionistas comentaban que tendría una especial ironía su ellos se han hecho poderosos y ricos con un producto que ellos mismos no consumirían a día de hoy, como es la bollería industrial. Toca muchos temas donde nos interesaba cómo ha cambiado la sociedad. El azúcar ahora es considerado un elemento nocivo a vigilar, ¿cómo afectaría eso a esta familia que está produciendo galletas y bollería?
Se ha comparado mucho a Galgos con Succession. Según tu opinión, ¿cómo se aleja y se acerca de este referente?
La comparación con Succession es una constante ahora en la promoción. Para mí, los espectadores que vean los dos primeros episodios van a decir 'me están presentando a los personajes', pero cuando le den un poco más de recorrido verá esa naturaleza ibérica muy alejada del modelo anglosajón. Está muy vinculado a nuestra historia, a esa España en pleno crecimiento. También tiene ese elemento matriarcal que me parece mucho más interesante que esos referentes que comentas. A mí me parece que está precisamente ahí uno de los elementos más distintivos. Cómo ese personaje de Adriana Ozores intenta encontrar el equilibrio y hacer malabares para mantener a flote ambos aspectos: familia y empresa.
¿Os habéis fijado en alguna familia real para crear a la familia Somarriba?
Nos hemos fijado en muchas noticias reales, pero no ha sido en una familia real en concreto. No queríamos tomar una familia en concreto por libertad creativa, pero la serie tiene una cierta tendencia de elementos que se puede repetir. Cómo, en situaciones de crisis, los lazos de sangre están por encima de las alianzas o afinidades por modelo de empresa. Hoy mismo me salía una noticia relacionada con una empresa de galletas y pensaba qué divertido es cuando la realidad imita la ficción.
Nos hemos fijado en muchas noticias reales, pero no ha sido en una familia real en concreto. No queríamos tomar una familia en concreto por libertad creativa, pero la serie tiene una cierta tendencia de elementos que se puede repetir. Cómo, en situaciones de crisis, los lazos de sangre están por encima de las alianzas o afinidades por modelo de empresa
Uno de los aspectos más interesantes de la serie es el personaje de Adriana Ozores, la matriarca, ¿qué aporta ella a la historia?
Una clave de la serie para mí, y que es uno de los puntos más atractivos de la propuesta -también lo hablé mucho con Nely Reguera- es que nos parecía importante que los personajes vayan desvelándose a medida que crece la serie. El personaje de Adriana Ozores se va enriqueciendo con cosas de sí misma que a lo mejor no eran las que habías previsto o que no pertenecen a la idea preconcebida que tenías. También pasa con el personaje de Patricia López Arnaiz, que me parece muy potente.
Los humanos somos así en la vida. Cuando llegas a un sitio inevitablemente te pasa que te vas haciendo una idea preconcebida de las personas que conoces. Lo maravilloso de la vida es que luego te muestra que a lo mejor tu idea preconcebida era errónea. Quien creías más superficial de repente te sorprende con ideas propias. Me parece que la vida siempre siempre nos está sorprendiendo a nosotros mismos contra nuestros prejuicios.
La temporada termina a puntito de caramelo, ¿va a haber más episodios?
Ojalá haya segunda temporada. La pelota está en el tejado del espectador, pero lo bonito, o lo que me gusta a mí, es trabajar con una temporada sin pensar en esas cosas. Quien quiera ver solo esta temporada, puede. No soy muy amigo de los relatos que al final de una temporada te muestran que lo único que querían era mantenerte enganchado para una posible continuación. Lo bonito de las series es que es un relato que te permite desarrollar más que un largometraje, pero hay que hacer que el final de temporada resuene con lo que has visto al principio.