Hace un cuarto de siglo que Embrujadas llegó a millones de hogares en todo el mundo para convertirse en una de las series 'millennial' de cabecera, pero, aunque durante casi una década la mantuvimos en un pedestal, con el tiempo ha dejado de ser un secreto que, entre bambalinas, la cosa estaba muy lejos de ser el paraíso que imaginábamos como espectadores. Una vez se escuchaba "¡Corten!" en el set de rodaje, el "Poder de tres" dejaba de funcionar, puesto que las tres actrices que interpretaron a las hermanas Halliwell -tanto en la etapa de Shannen Doherty como en la de Rose McGowan- no siempre fueron una piña.
Ahora, con dos décadas de por medio, hace meses que comenzaron a confirmarse algunos de los rumores que nadie quería comentar en su día, pero, mientras una de las partes implicadas asegura que no quiere seguir callando, la otra ha preferido no entrar al trapo. Así, una vez que se ha producido el desahogo, no nos queda otra que asumir que algunas de las series con las que crecimos se desarrollaron en ambientes tóxicos de trabajo que, hoy por hoy, probablemente, se hubieran manejado de otra manera.
De hecho, por mucho que la serie flojeara al final, Embrujadas se emitió con gran éxito durante la mayor parte de su trayectoria de ocho temporadas, cautivando a los espectadores con los amoríos y dramas personales de sus protagonistas al tiempo que tenían que enfrentarse con demonios que trataban de acabar con su gran poder como hechiceras. Así, como cualquier otro título de su época y popularidad, no podemos sino recordar con nostalgia algunas anécdotas, o descubrir con sorpresa algunos 'easter egg' que entonces pasamos por alto completamente.
Una curiosidad de Embrujadas que no es muy popular es el hecho de que la serie apostase por un mismo actor secundario para interpretar a varios personajes sin que los espectadores se diesen cuenta.
De hecho, probablemente te sorprenda saber que uno de sus papeles fuese uno de los demonios más famosos y que mejor recuerdan los fans de la serie, puesto que su personaje más importante y recurrente fue, nada más y nada menos, que la versión demoníaca de Balthazor, el demonio que en su versión humana todos conocemos como Cole (Julian McMahon) y que fue el gran amor de Phoebe Halliwell (Alyssa Milano) en la serie.
Estamos hablando de Michael Bailey Smith, un actor que ha mantenido la interpretación como un complemento a su actividad principal y que ha trabajado como secundario en diversas series, siendo su trabajo más popular el de Embrujadas. Sin embargo, aunque su papel más notable y repetido en la serie fuese el de Balthazor, Smith también encarnó a Shax, "La fuente", el famoso demonio que mató a Prue Halliwell.
Asimismo, en IMDB también aparece acreditado como Janor y Grimlock, aunque estos dos bien podrían tratarse del mismo personaje en dos etapas diferentes, en las temporadas 3 y 4 de la serie. Una estrategia para exprimir a uno de sus secundario que hicieron posible las grandes sesiones de maquillaje y prótesis.