Ahora es uno de los personajes más queridos de Stranger Things, pero originalmente Steve Harrington iba a morir en la primera temporada. De hecho, los hermanos Duffer pretendían convertirle en un antagonista total y que su muerte fuera celebrara por los espectadores. Sin embargo, cuando vieron a Joe Keery hacer el casting (para Jonathan Byers, todo sea dicho), algo cambió en su interior. No se pudieron imaginar a Steve de otra manera, se enamoraron del personaje y decidieron no solo mantenerle vivo, sino, además, hacer que tuviera su arco de redención junto a Dustin. Es que hay que quererle.
Ahora ya no nos hablamos
Curiosamente, ni Steve ni la propia Stranger Things habrían existido nunca sin M. Night Shyamalan. Y es que los hermanos Duffer, que rodaron una pequeña película titulada Hidden: Terror en Kingsville un poco a su estilo, estaban pensando cambiar de profesión cuando les llegó la oportunidad de trabajar junto a él en la serie Wayward Pines. Y por supuesto que no iban a rechazarla. Aprendieron tanto que hicieron su propia serie... a pesar de que todos los canales decidieron no seguir adelante con ella porque creían que nadie querría ver a un grupo de niños protagonistas en lugar de centrarse en Jim Hopper.
Curiosamente, Hopper se ha convertido en uno de los personajes principales de la serie, pero hay otro con el que jamás ha cruzado una sola palabra: el pobre Steve. Bien porque están en tramas distintas (o incluso en lugares distintos), son los únicos de toda la serie que jamás se han cruzado. De hecho, las únicas veces que han compartido escena han sido en los finales de temporada en los que todos juntos luchan contra el mal. Eso sí, sin decirse absolutamente nada.
Y es raro, porque si algo tiene Stranger Things es compañerismo. Tanto, que los niños, en el casting original, tenían que leer el guion de Cuenta conmigo. Y, si lo piensas, tiene todo el sentido del mundo, ¿verdad?