En 2016, Myka y James Stauffer, un matrimonio vlogger con cientos de miles de seguidores en YouTube, adoptaron a Huxley, un niño chino con necesidades especiales que se convirtió en el nuevo miembro de la familia, que ya contaba con cuatro hijos biológicos. Creadores de contenido de carácter familiar, los Stauffer, cuyos vídeos estaban dedicados principalmente a documentar el día a día de su familia, compartieron con sus seguidores todo el proceso de adopción, así como la llegada a Ohio de Huxley y la nueva vida del pequeño junto sus padres y hermanos adoptivos. Millones de horas de reproducciones en la red social.
Sin embargo, en 2020 la pareja publicó un vídeo que desmontaría para siempre su imagen de familia perfecta: Myka y James Stauffer revelaron que se habían dado cuenta que los problemas médicos de su hijo les superaban y que habían tomado la decisión de realojar a Huxley con otra familia. "En la adopción internacional, a veces hay incógnitas y cosas que no son transparentes en el expediente", explicó James en el vídeo. "Y una vez que Huxley llegó a casa, había muchas más necesidades especiales de las que no éramos conscientes y de las que no nos habían hablado".
Tres trillizos fueron separados al nacer para hacer un experimento: 19 años más tarde, se encontraron en la universidad por casualidadLa historia de los Stauffer es el centro de una nueva serie documental de tres episodios que se estrenó la pasada semana en el Festival de Cine de Tribeca y que todavía no tiene fecha para su distribución en 'streaming', pero que llega en un momento en el que el 'sharenting' -la práctica de muchos influencers de compartir la vida e intimidad de sus hijos en redes sociales y ganar dinero con ello- está en el punto de mira y empezando a regularse para proteger a los menores.
Desarrollada por Rachel Mason, la serie documental se llama An Update on Our Family y no solo cuenta la historia de la familia, sino que reflexiona sobre todo lo que rodeó al suceso desde varias perspectivas, tanto de profesionales como de otras familias adoptivas. "Siento que es importante mostrar compasión a la gente, aunque hay muchos juicios y probablemente haya algunas razones legítimas para ese juicio", explicaba la creadora de la docuserie en entrevista con The Hollywood Reporter adelantando que los testimonios no solo son críticos hacia los Stauffer, sino que también hay algunos que muestran cierta empatía hacia la situación en la que se vieron los padres. De igual modo, el documental habla de la falta de regulación del negocio del contenido familiar.
En el caso de la familia protagonista, los Stauffer tenían un millón de seguidores en distintas cuentas y publicaron casi 30 videos solo del proceso de adopción. Asimismo, pusieron en marcha una campaña para recaudar dinero en GoFundMe para ayudarles a financiar la adopción.
El anuncio del realojo de Huxley fue recibido entre grandes críticas en 2020 y sus seguidores les castigaron duramente. La pérdida de suscriptores comenzó a contarse por miles y ahora finalmente la familia tuvo que desaparecer de la vida pública y ya no tiene activas sus redes sociales. Por su parte, Huxley ahora se llama de otra manera y ha recuperado su anonimato, viviendo feliz con su nueva familia.