Ya sabemos que Estados Unidos nunca ha tratado bien a las series de anime. De hecho, su censura ha sido hilarante a lo largo de los años, cambiando el cigarro de Sanji en One Piece por un chupa-chups, redoblando por completo DIgimon o poniendo calzoncillos a Goku y evitando que enseñara el trasero en Dragon Ball, A lo largo de los años, la ausencia de sangre y los cambios más absurdos convirtieron a Funimation en poco menos que un meme entre los otakus, pero no todos saben la carnicería que cometieron con Dragon Ball GT.
Cortando y recortando
Dragon Ball GT se estrenó en 1996 y finalizó tras 64 episodios divididos en tres temporadas. Sin embargo, en Estados Unidos fueron notablemente menos porque Funimation decidió, sin que nadie entendiese muy bien por qué, que los primeros 16 episodios podrían resumirse perfectamente en uno utilizando la mítica técnica del copia-pega y titulándolo Un gran problema. El 7 de noviembre de 2003 se estrenó en la televisión yanqui provocando el estupor del público.
La idea de Funimation era que, después de Dragon Ball Z, los fans no querrían ver simples aventuras prácticamente sin peleas, así que, ya puestos, ¿por qué no mutilar la serie? Curiosamente, estaban tan orgullosos del destrozo que llegó a aparecer en la recopilación de la serie que salió en Game Boy Advance Video. Por suerte, años después se dieron cuenta de su error... y de que, con la franquicia en pleno hiato, necesitaban seguir sacando dinero como fuera.
Así nació lo que ahora se conocen como Los episodios perdidos. Curiosamente, pese a la censura, el fanatismo por la serie era tan grande en Estados Unidos que, muchos años después, en Japón llegaron a hacer una temporada más de Dragon Ball Z Kai que terminara con la saga de Boo exclusivamente para el público occidental a pesar de que nadie estuviera especialmente interesado en el país nipón. Ahora solo falta que no vuelvan a hacer las cosas así de mal, por el amor de Toriyama.