Estamos a punto de cumplir treinta años del nacimiento de la saga NCIS (incluyendo la serie de la que nace, JAG: Alerta roja) y no para de dar spin-offs. A lo largo de los años hemos visto NCIS, NCIS: Los Angeles, NCIS: Nueva Orleans, NCIS: Hawai y NCIS: Sydney, además de las futuras NCIS: Tony & Ziva y NCIS: Origins. Es la saga del nunca acabar, y no tiene pinta de que a nadie en CBS, que ha encontrado una de las pocas gallinas de los huevos de oro de la televisión lineal actual, le interese frenar.
Una serie aNCIStral
En el 2022, y después de 19 temporadas llevando la serie a sus espaldas (al que hay que sumar el falso piloto emitido en JAG), Mark Harmon decidió irse de la serie y dejar para siempre a Leroy Jethro Gibbs, su personaje y el icono de la serie. Pero la saga no estaba dispuesta a despedirse de él, así que crearon NCIS: Origins precisamente para explorar los agujeros de guion que dejó durante casi dos décadas.
Hay uno, en particular, que lleva años haciendo que los fans se rasquen la cabeza intentando comprender: el primer encuentro con Tobias Fornell. Y es que, al principio, la serie introdujo su enemistad en el piloto, donde se conocían por primera vez. Sin embargo, tiempo después supimos que Fornell se había casado con la segunda mujer de Gibbs y, por tanto, compartían una historia conjunta.
NCIS: Origins ha fichado de nuevo a Harmon para poner la voz en off en los episodios, pero aún no tenemos noticia de que Fornell vuelva a aparecer para aclarar esos vacíos en la historia. Supongo que tendremos que esperar, pero que nadie se extrañe si lo utilizan como cliffhanger de final de temporada. De alguna manera se tienen que asegurar de que sigas adelante otros mil episodios, ¿no?