Un pueblo de solo 13 casas en la frontera entre Cataluña y Andorra se convirtió hace ahora casi exactamente 30 años en el escenario de un violento crimen que lleva desde entonces obsesionando al famoso periodista experto en 'true crime', Carles Porta, pero que desafortunadamente no aún solo sigue sin resolver, sino que probablemente ya no lo haga nunca.
El 30 de junio de 1995, un hombre de 70 años llamado Josep Montané y conocido como Sansa fue encontrado muerto en la cocina de su casa en Tor, un pequeño y solitario pueblo del Pirineo catalán del que, en aquel momento, era el único habitante que residía allí habitualmente. Le habían golpeado fuertemente en la cabeza y tenía un cable anudado al cuello. Apenas 5 meses antes de morir, Josep Montané había sido declarado único propietario de la montaña de Tor por una resolución judicial.
El asesinato del lugareño, quien no gozaba de muy buena fama en los alrededores, fue definitivo para que Tor recibiera el mote por la que se la conocería durante mucho tiempo, "la montaña maldita", que también sirvió para titular el libro que Carles Porta publicaría en 2006, ocho años después de que TV3 le enviase allí a hacer un reportaje y quedase atrapado por la historia. Había una razón de peso para el mote: el asesinato de Montané no era el único, sino que en 1980 dos hombres más habían muerto asesinados como consecuencia de un conflicto vecinal que había llegado a su punto más álgido.
Ocho amigos construyeron un apartamento secreto en un centro comercial y se escondieron allí sin ser detectados durante añosAhora, la historia al completo de Tor se relata en una serie documental que acabar de estrenarse en Atresplayer y que constará de ocho episodios emitidos semanalmente.
Creada por el propio Carles Porta, creador de la famosa Crims, Tor cuenta la leyenda negra de la montaña de Tor, que se remonta más de 100 años en el tiempo y que comenzó en 1986, cuando 13 familias, propietarias de las 13 casas allí construidas, se convirtieron en los dueños colectivos de la montaña. Así se mantuvo durante mucho tiempo, hasta que en 1976 uno de los habitantes del pueblo se alió con un promotor inmobiliario de Andorra para construir en la montaña una estación de esquí con el beneplácito de otras dos familias. Su nombre era Josep Montané, alias Sansa. A partir de ese momento comenzaron las disputas con el resto de vecinos, que acabaron con la muerte de dos guardaespaldas en 1980 y, finalmente, con la del propio Sansa en 1995.
En 1997, Carles Porta, fue enviado allí con el encargo de un reportaje y quedó tan atrapado por la historia que no pudo dejar de investigar. Decenas de entrevistas y de visitas después, Porta publicó el que sería su primer libro y que se convirtió en un auténtico éxito de ventas. Ahora, el maestro del true crime español, como no podía ser de otra manera, también es quien está al frente de la serie, a la que aporta sus tres décadas de investigación y averiguaciones.
La serie de ocho episodios se relata a través de tres líneas temporales: una entre 1995 y 1997, con el asesinato de Sansa como comienzo; otra entre 1997 y 2024, con la investigación desarrollada por el periodista en el centro; y una tercera en el presente, con el regreso de Porta al icónico lugar.