Leroy Jethro Gibbs ha sido el líder indiscutible de la serie NCIS durante casi dos décadas. A lo largo de este tiempo, los fans todavía se siguen sorprendiendo al descubrir detalles que habían pasado por alto del personaje. Los guionistas de la ficción han dotado a Gibbs de ciertas particularidades, como su costumbre de dejar la puerta de su casa siempre abierta. Este hábito, aparentemente peligroso y extraño para un agente de la ley, ha hecho que muchos seguidores se pregunten sobre su origen. El actor Mark Harmon abandonó la serie en la temporada 19, dejando en el aire el motivo de esta peculiaridad. Spoiler: te romperá el corazón.
En el segundo episodio de la primera temporada de la serie, el agente especial DiNozzo (Michael Weatherly) entra sin problemas en casa de Gibbs y le sorprende trabajando en su sótano. Cuando ve al protagonista, le pregunta si nunca cierra la puerta de su casa con llave y Gibbs responde con un rotundo y seco "no". Esta es una de las veces en las que los guionistas destacan notablemente esta peculiaridad del agente. La encargada de explicar el motivo de esta rareza no ha sido la serie, sino la actriz Cote de Pablo durante el podcast Off Duty: An NCIS Rewatch, programa que comparte junto a su compañero de reparto Michael Weatherly.
Uno de los actores de 'NCIS' se lesionó durante el rodaje y aún sufre las secuelas 20 años despuésEl invitado del episodio donde se comparte esta información es el también actor de NCIS, Sean Murray. En un momento dado del podcast, los tres juegan a un trivial que contiene preguntas generales y específicas sobre la ficción en la que trabajan. De Pablo pregunta si conocen la razón por la que Gibbs nunca cierra la puerta de su casa y ninguno de los dos actores es capaz de adivinar la respuesta.
La respuesta es porque ya ha perdido lo que era más importante para él, así que en realidad no le importa en absoluto
El personaje de Leroy Jethro Gibbs perdió a su mujer, Shannon, y a su hija, Kelly, hace años, cuando fueron brutalmente asesinadas. La puerta de su casa permanece abierta porque el personaje siente que ya no tiene nada más que perder, quitándole valor hasta a su propia vida.
Este es uno de los momentos que los espectadores podrán entender mejor con NCIS: Origins, la serie precuela que repasará la vida de los agentes durante los años noventa. En lugar de desarrollarse en Washington DC, la serie tendrá lugar en la base de los marines de Camp Pendleton, lugar donde un joven Gibbs (Austin Stowell) se unirá al equipo que dirige Mike Franks.