La historia del manga le debe mucho a Disney, aunque a los fans les cueste reconocerlo. Sin ir más lejos, el "dios del manga" en persona, Osamu Tezuka, era un fan irredento de la empresa y estuvo muy influenciado por Bambi y aquellos dibujos animados primerizos. Al final el círculo acabó completándose cuando Disney plagió (más o menos) su Kimba, el león blanco en El rey león. Y, todo sea dicho, Tezuka no era el único con un ojo puesto fuera de Japón.
Un villano Disney
Akira Toriyama cogía los nombres de sus personajes en Dragon Ball de aquí y de allá. La mayoría, de vegetales: "Kakarot" significa "Zanahoria"; "Gohan" es "Arroz"; "Yamcha" es "Dim Sum" y "Pan"... bueno, se explica por sí sola. Además, cogió nombres de ropa interior en inglés para la familia de Bulma, como Trunks o Bra. De hecho, el propio nombre de la matriarca de la familia viene de la palabra "Bloomers", algo así como "bombachos".
Y, viviendo en un mundo más o menos globalizado, ¿cómo no iba a coger Toriyama ideas para nombres de la cultura popular? Por ejemplo, el mono que vive con Kaito se llama Bubbles en honor al mono de Michael Jackson, y el autor escondió una referencia a Disney en los últimos villanos del manga. ¿Nunca os sonó raro que uno se llamara Bobbidi, otro Bibbidi e hicieran despertar al monstruo Boo?
Es un guiño, claro, a la mítica canción de La cenicienta Bibidi-Bobidi-Bu con la que el Hada Madrina creaba la carroza de una calabaza y preparaba a la protagonista para ir al baile. ¿Quién nos iba a decir que entre pelea sangrienta y conversión en Super Saiyan al mangaka le daba tiempo a canturrear canciones Disney?