A la hora de idear Dragon Ball, obviamente Akira Toriyama cogió prestadas ideas de La leyenda del rey mono y otros libros de aventuras asiáticos clásicos, pero también de una nueva mitología que vino a sustituir a estas historias antiguas: Superman. Al fin y al cabo, Goku es un extraterrestre enviado a la Tierra en una cápsula cuando su planeta estaba a punto de explotar (en este caso, destruido por Freezer) y encontrado por un abuelo que le adoptó como su propio nieto. Y ahora, años después, Dragon Ball le ha devuelto la inspiración a Superman.
Mis aventuras con C-17
46 años separan el nacimiento de Dragon Ball y el de Superman, pero ahora hay cuatro décadas también entre Mis aventuras con Superman y Dragon Ball. Mientras que inevitablemente el manga de Toriyama estaba influenciado inevitablemente por DC y otras historias made in Hollywood, los tiempos han cambiado y las mismas franquicias se retroalimentan constantemente. Por eso, en la serie que narra nuevas historias del superhéroe se hacen referencias continuas al manga.
Y es que Jake Wyatt, el creador de la serie, ya ha dicho que para la redención de uno de sus personajes, Supergirl, se han basado en la historia de Vegeta, que primero fue el gran antagonista de Kakarot para acabar conviéndose en su aliado (y rival en sus tiempos libres). Y para dejarlo más claro aún le han dado a la superheroína el look de C-18 la primera vez que aparece en la saga de los androides.
Warner
Lo curioso del asunto es que en Dragon Ball ya hay un Superman. Más concretamente Suppaman, un personaje que aparece al inicio, cuando el general Blue de la Red Ribbon va a robar un coche sin darse cuenta de que pertenece al superhéroe titular de aquel pueblo. También es cierto que se retira casi de inmediato, convirtiendo al Hombre de Acero en la Parodia de Acero.
