Élite por fin ha llegado a su fin. Y digo por fin porque ya iba siendo hora después de ocho temporadas y seis asesinatos (aunque hay alguna muerte más también por ahí). Y lo ha hecho de la mejor forma posible.
Recordemos que los asesinados más importantes son Marina (María Pedraza) en la temporada 1, Polo (Álvaro Rico) en la temporada 3, Armando (Andrés Velencoso) en la temporada 4, Samuel (Itzan Escamilla) en la temporada 5, Raúl (Álex Pastrana) en la temporada 7 y Joel (Fernando Líndez) en la octava y última temporada.
La serie española, creada por Dario Madrona y Carlos Montero, me enganchó desde el primer minuto. Era mi guilty pleasure y no me escondo, porque la disfrutaba bastante. Pero a medida que pasaban las temporadas y veía otro misterioso asesinato como foco central de la trama, ya se me iba haciendo un poco bola. Sobre todo después de la salida de varios actores que daban vida a la serie. Ya no era lo mismo.
Por lo que cuando descubrí que la temporada 8 era la última, lo agradecí enormemente. Mi afán por el completismo hacía que no pudiese dejarla y deseaba terminarla. Las últimas entregas creo que podrían ser de las peores, pero lo mejor es que con esta última Élite abraza el meme y termina muy acorde a como es la serie.
Desde siempre, fans y no fans de Élite, cogían las redes sociales y aclamaban que cómo era posible que tras varios asesinatos, violencias, drogas y otras muchas cosas más, los padres seguían matriculando a sus hijos en el instituto Las Encinas. Y esta temporada 8 ha abrazado estas quejas mediante el personaje de Omar Ayuso.
Es el único veterano que ha estado durante varias temporadas, por lo que es el perfecto para que sea el altavoz de estas personas (donde me incluyo yo) que pedían el cierre de Las Encinas. Y éste lo ha conseguido finalmente.
Después de otro misterioso asesinato en el que se centra esta última entrega, es Omar el que consigue el cierre de Las Encinas. Tras conocer quién era (un poco bastante obvio), la última escena consiste en estos estudiantes ricos terminar sus estudios en un instituto público.
Hace 4 meses pasó desapercibida en Netflix, pero esta emotiva película solo dura 2 horas y está basada en hechos realesAsí que le vemos llegar con sus coches y ropa cara contrastando a lo que es realmente el instituto público. Es un contraste bastante divertido y muy fiel a cómo comenzó. Recuerda que un instituto público se derrumba en la temporada 1 y varios estudiantes deben ir a Las Encinas, entre ellos Samuel (Itzan Escamilla) o Nadia (Mina El Hammani). Ahora, es al revés y es lo mejor que podría haber hecho Élite con su final. La verdad.