Ya sabemos cómo son los británicos en esto del humor. Han sido capaces de crear escuela tanto en el lado más intelectual del asunto, con grupos como Monty Python o cómicos cáusticos y misántropos como Ricky Gervais, hasta el lado más escatológico y vulgar del asunto, pero no por ello peor, con ejemplos que van desde el Show de Benny Hill hasta locuras tan maravillosas como Little Britain.
Mr. Bigstuff es la nueva muestra de comedia británica que se estrena hoy 2 de agosto en la plataforma SkyShowtime. Y, como buena comedia que se precie, ha dividido a la crítica especializada. Unos alaban la interpretación del actor protagonista, el siempre carismático Danny Dyer, asegurando que "no solo está en la cima, sino que la escala y se dirige a la luna" (Telegraph)”; a otros no les ha convencido tanto. Pero ya lo decimos, en la comedia, es mejor enfadar a unos cuantos.
Esta nueva serie, producida por Sky Studios, nos reúne junto a tres personajes. Por un lado, tenemos a Glen (Ryan Sampson, creador de la serie), un vendedor de alfombras perfeccionista que aspira tener una vida ideal; su hermano, Lee, (Danny Dyer) un machirulo adicto a los medicamentos que guarda las cenizas de su padre en una caja de galletas; y por último, la prometida de Glen, a la que da vida la actriz Harriet Webb (Big Boys).
Sin embargo, el concepto de ‘vida perfecta’ le queda un poco grande al personaje de Glen: su mujer tiene el hábito secreto de robar en tiendas y él padece disfunción eréctil. Un día, Lee irrumpe en el matrimonio y los tres se ven obligados a vivir juntos. Tenemos un combo de lo más explosivo, tres personalidades opuestas pero condenadas a entenderse.
Quizás a Danny Dyer no lo conozcamos demasiado por estos lares, pero es un actor muy conocido en las Islas Británicas, sobre todo por dar vida al personaje de Mick Carter en el longevo y larguísimo culebrón de la BBC EastEnders. Entre sus películas más destacadas, se encuentra la comedia gore Severance, la cinta de zombies Devil's Playground o la corrosiva Generación Éxtasis.
Los seis episodios de Mr. Bigstuff —otra de las grandes ventajas de las series británicas: suelen tener temporadas muy cortas— tratan sobre la masculinidad tóxica y frágil y las familias desestructuradas. Y, claro, intentarán hacer que nos riamos de lo lindo mientras pensamos ‘cómo es posible que me esté riendo de esto’. Y en este aspecto, los ingleses son los reyes.