Para JRR Tolkien, el mal absoluto no podía existir, porque sería, literalmente, "cero". Sin embargo, como escribió en sus cartas, "Sauron representa la aproximación más cercana al mal absoluto como es posible". Al fin y al cabo, Sauron comenzó con buenas intenciones y acabó corrompido por el poder, como todos los tiranos. Solo que fue más allá que la mayoría de ellos, siendo originalmente un espíritu inmortal. Durante El señor de los anillos vimos su caída definitiva, pero quedaban muchas cosas por decir, y su identidad sobrevoló la primera temporada de Los anillos de poder: ¿Quién era, realmente, Sauron?
Un rey absoluto, amado y astuto
En el último episodio, por fin, Galadriel nos mostraba al verdadero villano de la serie, Halbrand, destapando todas sus mentiras y dejándonos con las ganas de la temporada 2. Sin embargo, hay un momento anterior en el que no pocos fans se han fijado y que podría haber terminado de lleno con los planes del malvado.
Es en el episodio 6, cuando Galadriel, Halbrand y la reina Miriel expulsan a Adar y su ejército de orcos de las Tierras del Sur, cuando asistimos al nacimiento de Mordor. Y es que Galadriel descubre que la familia real no existe en esas tierras desde hace un milenio, cuando la línea sucesoria terminó. Sabemos, pues, que es un rey falso. Entonces, ¿por qué cuando Miriel presenta a Halbrand como su rey, las gentes le aclaman en lugar de decir "Es imposible"?
La propia serie se busca un drible, cuando alguien le pregunta a Halbrand si es "el rey que les prometieron", pero no termina de convencer: ¿Nadie duda sobre la identidad de este rey? ¿El pueblo no se queja, fastidiando así de manera repentina sus planes de dominación? Quizá lo sepamos en su segunda temporada y el agujero de guion se cierre del todo.