Uno de los mayores recuerdos de mi infancia (y estoy seguro que de la mayoría de vosotros) es estar sentado viendo los episodios finales de Dragon Ball Z y levantando los brazos al cielo cuando Goku necesitaba más potencia para lanzar su Bola Genki contra Boo. Era un momento de unión entre fans de Akira Toriyama, de conclusión de una historia, donde pudimos ver a los personajes de la serie, desde sus inicios, levantando los brazos para darle sus últimas fuerzas a nuestro héroe (con la ayuda inesperada de Mr. Satán). Bueno, todos no.
Esperemos que no estornude
En el episodio 515 del manga, Toriyama dibujó a varios de sus personajes clásicos dándole su fuerza a Goku, como, por ejemplo, Bora y Upa, que aparecieron en la primera etapa de la serie, o C-17. Sin embargo, originalmente este no era C-17, sino una vieja conocida de los fans: Lunch, la chica morena que se convertía en rubia al estornudar (o viceversa) y que llevaba cientos de capítulos sin pasarse por ahí.
De hecho, su diálogo parece ser escrito para ella cuando afirma que no había escuchado esa voz desde hacía mucho tiempo (C-17, no lo olvidemos, fue uno de los protagonistas del arco anterior). En el anime, sin embargo, sí que decidieron añadir un inserto de una Lunch adulta levantando los brazos hacia el cielo, en cuya camioneta podemos leer "Lunch Express", su propia empresa, cuyo logo es un tenedor y un cuchillo cruzados. Solo cabe esperar que no tosa mientras hace la comida...
Muchos -muchísimos- años después, Akira Toriyama, siempre protegiendo su obra, escribió la última modificación de Dragon Ball Super, el manga de Toyotaro. En la página final del capítulo 103, Piccolo parecía despedirse de los lectores, y el maestro lo cambió para que se despidiera de la profesora de preescolar. Cómo se le echa de menos.